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Batalla de las Termópilas
Enfrentamiento bélico que se desarrolló en el 480 a. C., en el desfiladero de las Termópilas.
Datos |
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Fecha | Septiembre del 480 a. C. |
Lugar | Desfiladero de las Termópilas. |
Beligerantes | Ejército persa vs. Ejército griego. |
Resultado | Victoria del ejército persa. |
Introducción
La batalla de las Termópilas fue un enfrentamiento bélico que se desarrolló a principios de septiembre del 480 a. C. en el desfiladero de las Termópilas, actual territorio de la República Helénica de Grecia.
Esta batalla comprende la segunda de las guerras médicas, durante las cuales se enfrentaron dos grandes fuerzas:
- Ejército persa: integrado por unos 250.000 hombres y liderado por el emperador aqueménida Jerjes I.
- Ejército griego: integrado por tropas enviadas por distintas polis griegas, en especial Atenas y Esparta. En las Termópilas, las fuerzas griegas estuvieron representadas por un contingente de 300 hoplitas espartanos liderados por su rey Leónidas y unos 5.000 aliados, provenientes de distintas regiones de la Hélade, entre ellas la Arcadia.
La victoria de esta batalla fue obtenida por los persas, luego de una resistencia heroica por parte de los griegos.
Desarrollo
Las tropas persas cruzaron el estrecho de los Dardanelos (antiguo Helesponto) utilizando dos puentes flotantes. Luego, ocuparon Tracia y Macedonia e invadieron la Hélade por el norte. Sin embargo, para ser capaces de entrar en el país de los griegos debían atravesar el desfiladero de las Termópilas, también llamado Puertas Calientes, porque había allí aguas termales.
En el siglo V a. C. este desfiladero consistía en un paso de unos 100 metros de ancho, comprendido entre las laderas de las montañas y un acantilado con caída casi recta hacia el mar Egeo. Aquel lugar tan estrecho fue el elegido por los griegos para detener el paso de las fuerzas invasoras, ya que anulaba la diferencia numérica e impedía que fueran rebasados por los flancos.
Paralelamente, y para que los persas no pudieran desembarcar con sus tropas al sur de las Termópilas, la flota griega bloqueó el paso de la armada asiática en el estrecho de Artemisio.
Una vez llegado a las Termópilas, Jerjes envió emisarios para tratar de convencer a Leónidas de que se rindiera, pero el rey espartano rechazó todas las ofertas que le hicieron los persas.
Publicidad, continua debajoJerjes lanzó una tras otra varias oleadas de invasores, pero todas fueron rechazadas por los griegos. Estos combatieron en formación cerrada, uno al lado del otro, blandiendo lanzas largas con la mano derecha y sosteniendo escudos de bronce con la izquierda. Los persas lucharon con escudos pequeños de mimbre y lanzas más cortas. Lanzados a la carrera, chocaron contra una muralla impenetrable de escudos y lanzas puntiagudas.
La victoria persa fue posible debido a la traición de un griego, Efialtes de Tesalia, quien condujo a los persas a través de un sendero poco conocido que puso a los asiáticos a la retaguardia de los defensores. Viéndose rodeado, Leónidas ordenó la huida de los aliados y se dispuso a resistir con sus trescientos espartanos. Contó además con unos 1.000 hombres que se negaron a partir.
Tomados por delante y por detrás, los griegos finalmente fueron vencidos y masacrados con una lluvia de flechas persas.
Causas
Las causas de la batalla de las Termópilas fueron las siguientes:
- La derrota sufrida por los persas en la primera guerra médica, la batalla de Maratón, la cual supuso una gran humillación para el emperador persa Darío I.
- El deseo de Jerjes I de vengar la derrota sufrida por las tropas imperiales, además de someter a los griegos y de extender sus dominios por la península de los Balcanes. Jerjes había ascendido al trono en el 486 a. C. y era hijo de Dario I y de Atosa, hija de Ciro el Grande, fundador del Imperio persa.
- La firme decisión de las polis griegas de defender su independencia y libertad e impedir que su país pasara a ser parte del Imperio persa.
- La ejecución de los embajadores persas en Atenas y Esparta. En el 481 a. C., Jerjes había enviado emisarios a todas las ciudades de la Hélade para exigir la entrega «del agua y la tierra» como símbolo de sumisión a su autoridad. La mayoría de las ciudades griegas aceptaron esta exigencia. Los atenienses, en cambio, juzgaron a los embajadores persas, los condenaron a muerte y los ejecutaron. En Esparta, el rey Leónidas los hizo arrojar a un pozo sin que mediara proceso alguno. Jerjes consideró una declaración de guerra el asesinato de sus emisarios.
Consecuencias
Las consecuencias de la batalla de las Termópilas fueron las siguientes:
- A pesar de haber perdido 20.000 hombres, las fuerzas persas penetraron en la Hélade y ocuparon Beocia. Luego invadieron la región del Ática y saquearon la ciudad de Atenas, que había sido abandonada por sus habitantes.
- Los siete días perdidos por Jerjes en las Termópilas dieron tiempo a los griegos de reunir un poderoso ejército con el cual hacer frente a la invasión.
- Temístocles, el comandante de la flota griega, se retiró hacia el sur y se apostó en aguas del golfo Sarónico. Allí tuvo lugar la batalla de Salamina, durante la cual los griegos vencieron a los persas.
Importancia en la historia
El sacrificio en las Termópilas de Leónidas y los 300 hoplitas espartanos perduró en el tiempo como símbolo de la lucha por la defensa de la libertad, y de cómo la disciplina y el uso adecuado del terreno podían actuar como efectos multiplicadores del rendimiento de un ejército pequeño, pero bien entrenado y con alta moral.
Para que esa defensa heroica nunca sea olvidada, el gobierno griego construyó en las Termópilas un monumento coronado por una estatua de bronce que representa al monarca espartano. Una leyenda bajo la estatua dice, «Ven y tómalas», la frase con la que Leónidas rechazó todas las propuestas de Jerjes para que entregara sus armas y se rindiera.
Bibliografía: |
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