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Editorial Grudemi (2020). Batalla de Salamina. Recuperado de Enciclopedia Iberoamericana (https://enciclopediaiberoamericana.com/batalla-de-salamina/). Última edición: abril 2020. Consultado el 08 de noviembre de 2024.
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Contenidos

Batalla de Salamina

Enfrentamiento naval que se desarrolló en el 480 a. C., en el golfo Sarónico.

Tabla de contenidos:

Datos

Fecha 20 de septiembre del 480 a. C.
Lugar Golfo Sarónico.
Beligerantes Flota persa vs. Flota griega.
Resultado Victoria de la flota griega.

Introducción

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La batalla de Salamina fue un enfrentamiento naval que se desarrolló el 20 de septiembre del 480 a. C. en el golfo Sarónico, cerca de la isla de Salamina, actual territorio de la República Helénica de Grecia.

Esta consiste en la tercera batalla de la segunda guerra médica y en ella se enfrentaron las siguientes fuerzas:

  • Flota persa: integrada por unas 400 naves lideradas por varios almirantes, mientras el emperador persa Jerjes I las observaba desde un promontorio cercano.
  • Flota griega: integrada por unos 300 trirremes, llamados así porque las naves eran propulsadas por remeros sentados en 3 hileras. La mayoría de las naves fueron aportadas por Atenas y eran lideradas por el ateniense Temístocles.

Los griegos obtuvieron una victoria naval que les permitió destruir el grueso de la flota persa e impedir que estos ocuparan toda la Hélade.

Desarrollo

La batalla de Salamina, pintura del artista alemán Wilhelm von Kaulbach, 1868.

La batalla de Salamina, pintura del artista alemán Wilhelm von Kaulbach, 1868.

Luego de que los persas lograran derrotar a los defensores de las Termópilas; Temístocles, el comandante de la flota griega, ordenó la retirada hacia el sur. Los trirremes griegos se ubicaron en el golfo Sarónico, en aguas cercanas a la isla de Salamina.

Mientras tanto, el ejército persa entraba en Atenas, saqueando e incendiando una ciudad que ya había sido abandonada por la mayoría de sus habitantes. Los pocos que quedaban fueron asesinados por los invasores.

Cuando la flota persa entró en el golfo Sarónico, Temístocles movió parte de sus barcos simulando una retirada. De esa manera atrajo a las naves persas, que eran más pesadas que las griegas, hacia aguas poco profundas. Los barcos griegos realizaron una rápida maniobra envolvente, rodeando a las embarcaciones persas y atacándolas por los flancos. Los espolones de bronce de los trirremes griegos se incrustaron con fuerza en los cascos de los barcos enemigos, abriendo brechas imposibles de tapar. Así, el agua inundó los barcos averiados, que comenzaron a hundirse.

Luego de perder unas 200 naves, los persas se retiraron de manera desordenada dejando la victoria del lado de los griegos, quienes solo perdieron 40 embarcaciones.

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Causas y consecuencias

Causas

Las causas de la batalla de Salamina fueron las siguientes:

  • El deseo del emperador persa Jerjes I de someter a las ciudades-Estado griegas y extender sus dominios sobre la península de los Balcanes.
  • La victoria obtenida por los persas en la batalla de las Termópilas, que les permitió ocupar las regiones de Beocia y el Ática, y saquear e incendiar Atenas.
  • La decisión de los griegos de no darse por vencidos y seguir peleando por la independencia y la libertad de la Hélade.

Consecuencias

Las principales consecuencias de la batalla de Salamina fueron las siguientes:

  • Los persas no pudieron cruzar el istmo de Corinto e invadir la región del Peloponeso.
  • Jerjes temió que la flota griega aprovechara la victoria para atacar el Estrecho de los Dardanelos y cortar así sus rutas de suministros, por lo que decidió regresar a Persia con parte de sus fuerzas, dejando en la Hélade un ejército al mando del general Mardonio, a quien ordenó vencer a los griegos.
  • Los atenienses recuperaron su ciudad y se prepararon para una batalla decisiva contra los invasores.
  • Los espartanos cruzaron el istmo de Corinto y llegaron al Ática, donde unieron sus fuerzas a las de los atenienses. Poco después, un ejército integrado por tropas de casi todas las ciudades griegas consiguió una victoria decisiva en la batalla de Platea (479 a. C.), en la que murió Mardonio. Casi al mismo tiempo, una flota griega destruyó lo que quedaba de la armada persa en la batalla de Micala. Estas dos derrotas obligaron a los persas a dar por perdida la guerra y regresar a Asia.

Importancia en la historia

Los triunfos obtenidos por los griegos en Salamina, Platea y Micala, impidieron que los persas conquistaran la Hélade y la integraran a un Imperio asiático que Jerjes quería transformar en universal. De esta manera, se detuvo el avance de los persas hacia Occidente, y su civilización inició una lenta decadencia.

Atenas y Esparta salieron fortalecidas de la guerra contra Persia y vivieron una etapa de esplendor, pero la competencia entre ambas polis y la desconfianza mutua desembocaron en la guerra del Peloponeso.

Bibliografía:
  • Heródoto. Historia de las Guerras Médicas. Barcelona, Planeta Agostini. 1996.
  • Holland Tom. Fuego persa. El primer imperio mundial y la batalla por Occidente. Barcelona, Ático de los Libros. 2017.
  • Negrete, Jorge. Salamina. Madrid, Booket. 2009.

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Editorial Grudemi (2020). Batalla de Salamina. Recuperado de Enciclopedia Iberoamericana (https://enciclopediaiberoamericana.com/batalla-de-salamina/). Última edición: abril 2020. Consultado el 08 de noviembre de 2024.
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