Diego Armando Maradona

¿Quién fue?

Diego Armando Maradona fue un futbolista y entrenador argentino. Como jugador estuvo activo entre 1976 y 1997; como DT, entre 1994 y 2020.

Catalogado como volante ofensivo, es considerado como uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol. En la elección a Jugador del Siglo XX de la FIFA (Federación Internacional de Fútbol Asociado), obtuvo el primer puesto en la votación popular, realizada por Internet, y el tercero en la votación de expertos de dicha entidad, detrás de Pelé y de Alfredo Di Stéfano.

Con la camiseta de la Selección Argentina, integró el plantel que ganó la Copa Mundial de Fútbol de 1986, que se jugó en México.

Infancia, juventud y debut

Diego Armando Maradona nació el 30 de octubre de 1960 en el Hospital Interzonal de Agudos Evita, de Lanús Oeste, en la provincia de Buenos Aires.

Fue el quinto de los ocho hijos de Diego Chitoro Maradona y Dalma Salvadora Tota Franco, que vivían en la localidad de Villa Fiorito, en el partido bonaerense de Lomas de Zamora.

Precisamente en Villa Fiorito, en un descampado conocido como “Las Siete Canchitas”, Maradona comenzó a mostrar sus habilidades.

En 1969, tras superar una prueba dirigida por Francisco Cornejo, se incorporó a las divisiones infantiles del club Argentinos Juniors.

Maradona, en su etapa en Argentinos Juniors. Autor desconocido.

En 1973, Cornejo armó un equipo de jugadores de la categoría 1960 para competir en los Juegos Nacionales Evita, en los que participaban deportistas juveniles de todo el país. El conjunto, denominado Los Cebollitas, cayó en semifinales ante el Club Social Pinto, de Santiago del Estero. Al año siguiente, capitaneados por Maradona, derrotaron 3-0 a Misiones y se consagraron campeones.

Poco después Maradona fue campeón con la novena división de Argentinos Juniors y luego repitió el título en octava. El 5 de septiembre de 1976, en La Plata, jugó su primer amistoso en primera división al reemplazar a Ibrahim Hallar en el triunfo 1-0 de Argentinos ante Estudiantes de esa ciudad.

El debut oficial de Diego se produjo el miércoles 20 de octubre de 1976 en el partido en que su equipo cayó 0-1 ante Talleres de Córdoba, por el Campeonato Nacional. Ingresó al iniciarse el segundo tiempo, con la camiseta número 16, por Rubén Giacobetti. Faltaban diez días para que cumpliera 16 años.

Sus dos primeros goles se los convirtió a Rubén Lucangioli, arquero de San Lorenzo de Mar del Plata, el 14 de noviembre de ese año.

Las buenas actuaciones de Maradona hicieron que el director técnico de la Selección de Argentina, César Luis Menotti, lo convocara para un partido amistoso ante Hungría, en cancha de Boca Juniors, el 27 de febrero de 1977. Con 16 años, Diego ingresó por Leopoldo Luque en el segundo tiempo y Argentina ganó 5-1.

Durante 1977, Maradona se ganó la titularidad en Argentinos Juniors y también integró la Selección Sub-20. Esto hizo que Menotti lo convocara nuevamente para la Selección mayor y que formara parte de la lista de 25 preseleccionados para el Mundial 1978, pero luego sería desafectado en el corte definitivo.

Boca, el primer Mundial y el Barcelona

En el Campeonato Metropolitano de 1978, Maradona se consagró goleador del torneo por primera vez, con 22 goles. Un año más tarde, fue el máximo anotador de los Campeonatos Metropolitano (con 14 tantos) y Nacional (12).

Ya como figura excluyente del fútbol argentino, Diego fue el capitán y la estrella de la Selección Sub-20 que en 1979 ganó el Mundial de Japón, su primer título con la camiseta albiceleste. En 1980 también resultó goleador de los certámenes de Primera División (25 goles) y Nacional (17), lográndolo por cuarta vez consecutiva.

Maradona con la camiseta de Boca Juniors, en la Bombonera (1981). Autor desconocido.

En febrero de 1981, Maradona pasó a Boca Juniors en una operación fantástica: por su préstamo, el club de la Ribera abonó a Argentinos 4 millones de dólares, más la cesión de seis jugadores. Esto catapultó al equipo xeneize a la conquista del Campeonato de Primera División 1981. Posteriormente, tras jugar el Campeonato Nacional de ese año y varios partidos amistosos a principios de 1982, Diego fue transferido al Barcelona de España.

Maradona jugó su primer Mundial con la Selección Argentina en España 1982. Pese a llegar como la gran figura del equipo, solo pudo mostrar sus virtudes aisladamente y el equipo fue eliminado en segunda fase, luego de ser derrotado por Italia y Brasil.

Luego de la Copa del Mundo, el astro argentino arribó a un Barcelona con grandes expectativas en su rendimiento. Sin embargo, en diciembre de 1982 se le diagnosticó una hepatitis que lo sacó de las canchas por tres meses, y en septiembre de 1983 una brutal infracción de Andoni Goicoechea, jugador del Athletic de Bilbao, le provocó una fractura en el tobillo izquierdo que lo mantuvo inactivo por cuatro meses más.

Su campaña en el Barcelona culminó con una terrible trifulca tras la final de la Copa del Rey 1983-84, en la que el Athletic de Bilbao derrotó 1-0 al equipo catalán. La suspensión de tres meses impuesta a Diego aceleró su salida del fútbol español.

Rey de Nápoles, rey del mundo

Maradona, con la casaca del Napoli de Italia. Autor desconocido.

El 5 de julio de 1984, 75.000 tifosi festejaron en la presentación de Maradona en el Napoli, club que pagó 7,5 millones de dólares y lo adoptó casi como un hijo dilecto.

La primera temporada de Maradona en Italia fue de menor a mayor. Tras una floja primera rueda, levantó su nivel en la segunda, totalizó 14 goles y el equipo finalizó octavo. En la siguiente, Diego anotó 11 tantos y el Napoli terminó tercero.

Maradona retornó a la Selección argentina en 1985 y participó de la sufrida eliminatoria que clasificó al equipo dirigido por Carlos Salvador Bilardo al Mundial de México 1986.

Los flojos rendimientos de la Selección antes de la Copa del Mundo generaron dudas sobre sus posibilidades, pero una vez comenzada la competencia, todo cambió: Maradona tuvo una actuación sensacional y guió al conjunto albiceleste a la consagración.

El punto máximo de su rendimiento se produjo en los cuartos de final ante Inglaterra, cuando convirtió dos goles inolvidables: la “Mano de Dios” y el “Gol del Siglo”, este último luego de eludir a seis jugadores rivales. Al terminar la Copa, Diego recibió el Balón de Oro al mejor jugador y fue considerado como el mejor futbolista del mundo.

Tras el Mundial de México, Maradona jugó una brillante temporada 1986-87 y condujo al Napoli a la conquista de su primer scudetto y su tercera Copa Italia, hecho histórico para el club. En 1989, el equipo celeste obtuvo la Copa UEFA, su primer título internacional.

Un año después, en el Mundial de Italia 1990, la Selección llegó nuevamente envuelta en dudas y Maradona, físicamente disminuido. Pese a ello, mostró chispazos de su talento y la Argentina alcanzó la final, en la que cayó 0-1 ante Alemania Federal.

La última gran temporada de Diego en Italia fue la de 1989-90, en la que el Napoli ganó su segundo scudetto. La siguiente temporada comenzó con la conquista de la Supercopa italiana, pero el 17 de marzo de 1991 Maradona dio positivo de cocaína en el control antidoping posterior al partido contra el Bari y fue suspendido por 15 meses.

Sevilla, Newell’s, dóping y DT

Luego de conocerse la suspensión de quince meses por dóping, en 1991 Maradona retornó a la Argentina. En abril de ese año, la Policía allanó un departamento en el barrio porteño de Caballito en el que Diego estaba consumiendo drogas y su detención, transmitida por televisión, generó una gran conmoción. Posteriormente, la justicia argentina lo obligó a realizar un tratamiento de rehabilitación.

Cumplida la suspensión, Maradona se incorporó al Sevilla de España para la temporada 1992-93, equipo que era dirigido por Carlos Salvador Bilardo. Luego de un inicio positivo, diversos conflictos con los dirigentes y otro con Bilardo, a quien Diego insultó en un partido ante el Burgos, precipitaron su salida del club.

La sonora derrota por 5-0 de la Selección Argentina ante Colombia, en las eliminatorias para el Mundial de los Estados Unidos, generó un clamor popular para que Maradona volviera al equipo albiceleste, pero para ello era necesario que estuviera en actividad; por ese motivo, fue contratado por Newell´s Old Boys de Rosario.

La lógica conmoción por su llegada fue seguida por una pobre prestación futbolística en el club rosarino, en el que solo permaneció hasta enero de 1994. Pese a ello, Maradona fue decisivo en el repechaje ante Australia y la Argentina se clasificó para el Mundial de los Estados Unidos.

Poco después de abandonar Newell´s, Maradona disparó con un rifle de aire comprimido a la guardia periodística que lo vigilaba en su quinta de la localidad de Moreno, por lo que fue condenado y obligado a pagar una indemnización.

En los meses previos al Mundial, al no estar vinculado a ningún club, Maradona realizó una puesta a punto con Fernando Signorini, su preparador físico personal. Antes del comienzo de la Copa, la Selección disputó algunos partidos amistosos en los que el 10 no mostró su mejor versión. Por esa razón, convocó a Daniel Cerrini, un fisicoculturista que lo había asistido con anterioridad, para que lo acompañara en Estados Unidos y le suministrara un complejo vitamínico.

En el primer encuentro mundialista ante Grecia, el 10 tuvo una destacada actuación y la Argentina ganó 4-0. En medio de un gran optimismo, la Selección volvió a imponerse en su segunda presentación, esta vez 2-1 ante Nigeria, y Diego volvió a destacarse. Pero al terminar el partido, la asistente Sue Anderson lo condujo al control antidóping y, poco después, la noticia sacudía al mundo: Maradona había dado positivo de efedrina y quedaba marginado del Mundial. Disminuida por su ausencia, la Selección fue eliminada por Rumania.

La sanción de 15 meses impuesta por la FIFA motivó la incursión de Diego en el terreno de la dirección técnica. En dupla con Carlos Fren, dirigió a Deportivo Mandiyú de Corrientes y a Racing Club de Avellaneda.

La vuelta a Boca y el retiro

Maradona saluda al público en su último partido como futbolista profesional. Autor desconocido.

Una vez cumplida la sanción, en septiembre de 1995 Maradona se reincorporó como jugador a Boca Juniors. El equipo xeneize se transformó así en el principal candidato a ganar el Torneo Apertura, pero terminó en el cuarto lugar.

En diciembre de ese año, Mauricio Macri ganó las elecciones en Boca y nombró como nuevo director técnico a Carlos Salvador Bilardo. Maradona amenazó con dejar el club, pero finalmente siguió en el equipo durante el Torneo Clausura 1996, certamen en el que erró cinco penales consecutivos.

Posteriormente, una recaída en su adicción lo mantuvo alejado de los campos de juego durante algunos meses, para retornar esporádicamente en un partido ante Racing. Poco después, Maradona se reintegró al equipo para la temporada 1997-98, pero en un encuentro ante Argentinos Juniors dio positivo por cocaína en el control antidóping y la AFA le aplicó una sanción provisoria. Pese a ello, una medida judicial de no innovar le permitió seguir jugando.

Finalmente, el 25 de octubre de 1997 Diego disputó su último partido como profesional en la victoria 2-1 de su equipo ante River Plate, en el Estadio Monumental. Poco después, anunció su retiro del fútbol.

Maradona polifacético

Luego de finalizar su carrera como futbolista, en enero de 2000 Diego estuvo a punto de perder la vida en Punta del Este, víctima de una crisis cardíaca.

El 10 de noviembre de 2001 se le realizó un partido homenaje en el estadio de Boca Juniors, y entre agosto y noviembre de 2005 condujo el programa “La noche del 10”, con entrevistas a diversas figuras.

La faceta de entrenador volvió a fines de 2008, cuando Diego se hizo cargo de la dirección técnica de la Selección Argentina. Con angustia, el equipo albiceleste logró la clasificación al Mundial de Sudáfrica 2010, en el que fue eliminado en cuartos de final por Alemania. De regreso a nuestro país, Maradona dejó de ser el entrenador.

Posteriormente, en 2011 Diego se hizo cargo del Al Wasl de Emiratos Árabes Unidos, donde permaneció hasta marzo de 2012. Luego continuó como embajador deportivo de ese país hasta que en 2017 reanudó su labor como entrenador del Al Fujairah, también de Emiratos. Ya en 2018, Maradona entrenó a Dorados de Sinaloa, de la Segunda División de México,

Su retorno al país como director técnico se produjo en septiembre de 2019, cuando se hizo cargo del primer equipo de Gimnasia y Esgrima La Plata. Allí se encontraba trabajando cuando el 25 de noviembre de 2020 lo sorprendió la muerte.

Vida privada

Maradona se puso de novio con Claudia Villafañe a los 18 años y ambos contrajeron matrimonio el 7 de noviembre 1989, en una fastuosa fiesta en el estadio Luna Park de Buenos Aires. Antes habían tenido dos hijas: Dalma Nerea (nacida el 2 de abril de 1987) y Gianinna Dinorah (el 16 de mayo de 1989). El divorcio se produjo en 2003.

Posteriormente, Diego inició una relación con Verónica Ojeda, con la que tuvo un hijo, Diego Fernando, nacido el 13 de febrero de 2013. Luego, entre ese año y 2018, estuvo en pareja con la futbolista Rocío Oliva.

Además de los mencionados, Maradona tuvo hijos de diversas relaciones extramatrimoniales: Diego Armando (con la napolitana Cristiana Sinagra), Jana (con la argentina Valeria Sabalain) y Joana, Lu y Javier (dos de ellos con la cubana Adonay Frutos y el restante, de una relación ocasional).

Muerte

El 3 de noviembre de 2020, en plena pandemia de coronavirus, Maradona fue sometido a una operación cerebral de urgencia debido a un hematoma subdural. Nueve días después fue dado de alta para continuar su recuperación en su domicilio.

Sin embargo, el miércoles 25 de noviembre, la reagudización de una insuficiencia cardíaca crónica derivó en un edema de pulmón que le provocó la muerte. A partir de ese momento, la Fiscalía General de San Isidro abrió una investigación para determinar posibles negligencias de los profesionales a cargo de su cuidado.

Tras el fallecimiento de Maradona, el presidente argentino Alberto Fernández declaró tres días de duelo y permitió que el velatorio se realizara en la Casa Rosada, sede del gobierno nacional. Allí, miles de personas desfilaron para darle el último adiós.