La joven de la perla

Definición

La joven de la perla es un pequeño cuadro realizado por el artista del Siglo de Oro Holandés, Johannes o Jan Vermeer. La pintura muestra una joven con el cuerpo de perfil y el rostro girado hacia el espectador. Viste una especie de túnica por la que sobresale el cuello de una camisa blanca y tiene un tocado que semeja un turbante en telas azul y amarilla.

Es una de las pinturas más conocidas de Jan Vermeer, probablemente porque el gesto de la joven, así como los pequeños toques de luz que destacan elementos precisos, como los ojos y los labios, dan a la imagen una enorme naturalidad. Además, la mirada se dirige al espectador y crea un puente de comunicación entre ambos.

El nombre del cuadro hace referencia a un aro o pendiente con forma de gota que ha sido mencionado tradicionalmente como una perla, aunque en la actualidad se conoce que no lo es.

Características

Entre las características principales de La joven de la perla, podemos mencionar las siguientes:

• Aunque representa a una persona concreta de manera clara, el cuadro no es un retrato, sino que pertenece a un género muy característico del barroco de los Países Bajos llamado tronie. Los tronies son pinturas de cabezas realizadas como investigación pictórica para analizar gestos, caracteres o tipos humanos. Los artistas solían realizarlos también para exhibir sus capacidades pictóricas frente a posibles mecenas o compradores.
• La joven no está vestida a la moda holandesa del siglo XVII, su vestimenta es de tipo oriental. Para realizarla, es probable que Vermeer utilizara los elementos de que disponía en su taller. Esa característica de la vestimenta y la imposibilidad de ubicarla en un espacio específico hacen que la representación sea intemporal y la acerca a los espectadores de cualquier época.
• Está pintada con pinceladas expresivas que diferencian la obra de la tradición pictórica de otros artistas de la época mucho más minuciosa y detallista.
• A pesar del nombre con que se conoce el cuadro, el tamaño y la forma del pendiente indican que no es una perla. Probablemente sea una gota de vidrio o metal, tal vez cubierta de una pintura nacarada.

Análisis

La joven de la perla es un tronie en el que en la figura de una joven se destaca del fondo mediante el recurso de la luz. El fondo, que aparece de un color oscuro, neutro, es probable que haya sido una cortina y que se haya oscurecido por la suciedad o la oxidación de los barnices.

La luz ingresa desde la izquierda y es utilizada por el autor para modelar suavemente el rostro de la modelo mediante el uso de áreas iluminadas y sombreadas para sugerir los delicados rasgos. Este uso de efectos lumínicos es muy característico de Vermeer.

En esta obra se destacan las pequeñas pinceladas de blanco, como golpes de luz, que utiliza para destacar el brillo de los ojos, y la humedad de los labios y de la comisura y que dan a la joven una presencia muy real.

El tono nacarado del pendiente está resuelto también con pequeños efectos de luz. Con dos breves pinceladas blancas, una superior para señalar el reflejo la luz de una ventana y otra inferior donde se refleja el blanco del cuello de la blusa el artista sugirió la forma de gota de la perla.

Vermeer empleó distintas técnicas pictóricas: la carnación, es decir la textura de la piel, está construida mediante veladuras, finas capas de pintura transparente, aplicadas sobre una base en la que definió las sombras con áreas más oscuras.

El borde blanco de la camisa, en cambio, está trazado con un impasto, que es una gruesa capa de pintura espesa que permite ver la marca del pincel.

El azul ultramar del turbante, está pintado con pinceladas expresivas y libres.

Historia

No hay referencias sobre la pintura hasta el siglo XIX ya que no existen registros del artista ni documentos que la mencionen. La identidad de la modelo también es desconocida. Algunas hipótesis mencionan que podría ser alguna de las hijas de Vermeer o alguna de las sirvientas de la casa.

Se supone que permaneció en la colección privada de su mecenas y de otros coleccionistas hasta que reapareció en la escena pública en 1881.

En esa fecha, apareció en muy mal estado en una subasta de la casa de remates Venduhuis de la Haya, donde fue adquirida en dos florines con 30 centavos (poco más de un dólar) por Arnoldus Andries des Tombe quien la hizo restaurar por el pintor belga Van der Haeghen y la exhibió en su casa junto con el resto de su colección de arte.

En su testamento, A. A. des Tombe dejó una cláusula secreta por la que donó La joven de la perla, junto con otras obras, al museo Mauritshuis, donde en la actualidad se exhibe en la sala 15 y es una de las pinturas más visitadas.