La maja desnuda

Definición

La maja desnuda es una pintura realizada por el artista español Francisco de Goya en los últimos años del siglo XVIII. No se conoce la fecha exacta de su realización, pero su estilo la ubicaría entre las obras del período neoclasicista del artista, aproximadamente hacia 1795.

La obra representa a una mujer desnuda recostada sobre un diván al estilo de las Venus tradicionales de la pintura europea desde el Renacimiento. Sin embargo, la pintura de Goya no pretende representar el cuerpo idealizado de la diosa romana, sino que es el retrato de una mujer concreta, aunque no está claro quién fue la modelo. Tiene las manos detrás de la cabeza y exhibe su desnudez con desinhibición.

La primera mención acerca de la obra la describe formando parte de un gabinete privado de Manuel Godoy, importante personaje de la política del período, primer ministro y favorito del rey Carlos IV, junto con La Venus del espejo, de Velázquez y otras Venus de Tiziano.

Existe otra versión, La maja vestida, en la que la misma mujer aparece descripta como «una mujer vestida de maja». Aparentemente, las pinturas estaban expuestas juntas.

Características

Algunas de las características principales de la pintura son las siguientes:

• Quién fue la mujer que sirvió de modelo para las majas y cuál fue la intención del artista ha sido motivo de discusión entre los especialistas. Durante mucho tiempo circuló la versión de que era la duquesa de Alba, con quien Goya tenía una relación estrecha, aunque no se ha demostrado que fueran amantes como sugieren diversos autores. Una hipótesis más reciente sostiene que sería Pepita Tudó, amante y luego esposa de Manuel Godoy.
• Se afirma que Manuel Godoy, en su colección de pintura, exponía las dos «majas» juntas: la desnuda detrás y la vestida delante y que, mediante un mecanismo de poleas, sorprendía a los visitantes al levantar el cuadro de adelante y «desvestir» a la modelo con un sencillo movimiento.
• El cuadro suele ser considerado el primer desnudo del arte moderno porque Goya no representó un cuerpo idealizado como exigían las normas artísticas de la época. Al contrario, el cuerpo de la maja es tan real y concreto que fue incluso considerado obsceno. El artista pintó el vello púbico en un desnudo femenino por primera vez en la historia del arte occidental.
• El erotismo evidente de la obra llevó a que la Inquisición las reclamara e interrogara a Goya sobre su contenido. El artista no sufrió consecuencias gracias a la intervención en su favor de miembros de las jerarquías religiosas.

Francisco de Goya, La maja vestida, 1800-1808, óleo sobre tela, Museo del Prado, Madrid, España.

Análisis

La pintura responde al modelo iconográfico clásico de la representación de Venus que presenta a la diosa desnuda, recostada sobre un diván cubierta con telas lujosas como sedas y terciopelo.

La textura de la piel está realizada, sobre un dibujo cuidado, con pinceladas suaves e imperceptibles, en un estilo académico característico de Goya hacia finales del siglo XVIII. Este estilo en la pintura, así como la representación de un modelo clásico, contrasta con la descripción del cuerpo, que tiene una anatomía poco canónica, concreta y realista.

Historia

La maja desnuda perteneció a la colección de Manuel Godoy hasta que fue confiscada por orden del rey Fernando VII junto con otros bienes del ministro. En 1814, la Inquisición española secuestró la pintura, que permaneció en los depósitos de esta institución hasta 1836 cuando fue trasladada a la Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Por el carácter del desnudo, considerado provocativo por los académicos a causa de su fuerte realismo, era exhibida en dependencias interiores de la Academia. En 1901 finalmente, pasó al Museo del Prado.