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Signo de exclamación
Signos que sirven para enmarcar las oraciones exclamativas.
Definición
Los signos de exclamación sirven para enmarcar las oraciones exclamativas. Junto con los interrogativos pertenecen a los signos de entonación. Se los llaman signos dobles, porque deben situarse obligatoriamente al comienzo y al final de la oración. Por ejemplo: ¡Qué lindo viaje!, ¡Estoy tan cansada!
Ambos signos dan a la oración los matices de entonación necesarios para graficar con certeza el sentir del emisor. El signo de exclamación tiene la función de representar en la lengua escrita la entonación exclamativa de un enunciado; pueden combinarse ambos signos.
La exclamación es el tipo de oración que busca exaltar una situación o emoción del emisor y utiliza el signo de exclamación. Este signo está compuesto de dos elementos: el signo de apertura, al principio, con el punto suprascrito (¡) y el signo de cierre, al final de la exclamación, con subpunto (!).
La pronunciación exclamativa tiene un tono final descendente antepuesto de un un ascenso brusco si utiliza las palabras qué, cuán, cuánto, quién, cuándo, dónde.
Casos de uso
Los signos exclamativos se pueden utilizar en los siguientes casos:
- En oraciones exclamativas.
- En oraciones o frases que indican sorpresa, alegría o ironía.
- En retórica como figura literaria, se utiliza para el diálogo. Expresa una emoción o sentimiento de forma intensa.
- En vocativos.
- En interjecciones:
- Apelativas: ¡Eh!, ¡Ey!
- Expresivas: ¡Oh!, ¡Ah!
- Representativas: ¡Plaf!, ¡Plum!
- Onomatopeyas: ¡Guau!, ¡Miau!
Ejemplos de uso
Ejemplos en oraciones sueltas
- ¡Hola!
- ¡Ey!
- ¡¿Qué hacés?!
- ¡Te lo dije!
- ¡José, cuidado!
- ¡No puedo creerlo!
- ¡Sorpresa!
- ¡Salí de ahí!
- ¡Bienvenidos!
- ¡¿De verdad?!
- ¡Pff!
- ¡Yo!
- ¡Vamos, dale!
Ejemplos en textos literarios
“(…) me dijo al mismo tiempo que miraba entristecido cómo la isla de Fernando Poo empequeñecía a la distancia:
Publicidad, continua debajo–¡Cómo ha cambiado todo esto! ¡Cuánto! Y de qué modo!
(…) El noble anciano movió la cabeza.
–¡Cuánto, cuánto ha cambiado todo esto! África ya no es África. África ha muerto, mi querido joven.”
Fragmento del cuento “Accidentado paseo a Moka”, de Roberto Arlt.
“¿Es o no falsa esa dirección? ¡Quiera Dios que no!… “
Fragmento del cuento “La pista de los dientes de oro”, de Roberto Arlt
Bibliografía: |
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Licenciado en Letras Modernas y Técnico en Corrección Literaria (Universidad Nacional de Córdoba, Argentina).
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