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Índice de liquidez
Índice que indica la capacidad que tiene una empresa para obtener efectivo y cumplir con las obligaciones corrientes.
Definición
El índice de liquidez o de solvencia a corto plazo es un índice que indica la posibilidad que tiene una compañía de convertir activos en dinero en efectivo, o su capacidad para obtener efectivo y cumplir así con las obligaciones corrientes.
La información sobre las fechas esperadas de realización de los activos y pasivos es útil y necesaria para evaluar la liquidez de una entidad, debiéndose resaltar que la liquidez aplica al corto plazo, es decir, a períodos de un año o menos.
El índice de liquidez, también conocido como razón corriente o circulante, no debe confundirse con el ratio de solvencia, que comprende tanto a los activos corrientes y no corrientes como a los pasivos corrientes y no corrientes. Puede que una entidad sea solvente, pero que sin embargo presente problemas de liquidez debido a la estructuración de sus activos corrientes y no corrientes, o respecto a las deudas contraídas a corto plazo.
Función
Un aspecto importante para analizar la liquidez de una compañía, es qué tan convertible en efectivo son los activos corrientes y qué tan exigibles son los pasivos. Ello dependerá en buena medida de la naturaleza del sector donde esté ubicada la empresa.
Las deudas a corto plazo o circulantes están garantizadas por todos los valores del activo corriente, constituyendo tales valores las disponibilidades inmediatas o la posibilidad de convertirse en ellas en un breve lapso, razón por la cual son considerados el soporte para los pasivos circulantes.
El activo corriente, a través de la realización del ciclo económico de la empresa, deberá producir el numerario necesario para que con esto se paguen oportunamente las deudas corrientes, y así demostrar la solvencia a corto plazo de una organización.
Cálculo
Los activos corrientes o de corto plazo se enmarcan dentro de las siguientes categorías:
Publicidad, continua debajo- Disponibles: el efectivo o las inversiones temporales convertibles en dinero en un breve lapso.
- Exigibles: las cuentas por cobrar.
- Realizables: los inventarios.
Con base a esta clasificación de los activos corrientes, se pueden identificar 3 ratios relacionados con la liquidez:
- Razón corriente: toma en consideración para su cálculo a las 3 categorías de los activos a corto plazo, los disponibles, los exigibles y los realizables.
- Índice del ácido: para cuya determinación se excluye la categoría de activos realizables.
- Prueba del súper ácido: en la que solo se incluyen en el índice a los activos disponibles.
Razón corriente
La razón corriente es igual a los activos corrientes sobre los pasivos corrientes:
Esta se utiliza para medir la capacidad de cumplir con las obligaciones corrientes a partir de todos los activos a corto plazo.
No existe un valor predeterminado para que la razón corriente pueda interpretarse como conveniente en términos generales, ya que ello dependerá de las circunstancias particulares de cada empresa.
Debe indicarse, sin embargo, que los activos corrientes deben superar a los pasivos corrientes. Es decir que la relación debe ser de más de un activo corriente por cada pasivo corriente, porque sino habría un déficit de capital de trabajo.
Los resultados de la razón corriente se deberán explicar, por ejemplo, teniendo en cuenta la calidad de la cartera de clientes, la gestión de cobro, la antigüedad y el estado físico de los inventarios, así como las condiciones de pago de las deudas contraídas, entre otras variables importantes a tener en consideración.
Índice del ácido
El ratio del ácido es un índice de liquidez más fuerte que el de la solvencia a corto plazo. El mismo se encuentra dividiendo los activos corrientes por los líquidos (efectivo, títulos negociables y cuentas por cobrar), entre las obligaciones corrientes:
En esta razón el inventario no se toma en consideración porque usualmente se necesita cierto tiempo para convertir el mismo en efectivo.
Los gastos prepagados tampoco se incluyen, debido a que no son convertibles en dinero y, por lo tanto, no están en capacidad de cubrir las obligaciones corrientes.
La interpretación de este índice se hace a partir de cuántos activos se tienen de fácil disponibilidad, sin tener que recurrir a la venta de los inventarios, ya que se considera que de las cuentas por cobrar se puede disponer con una sola actuación (la de exigir el pago), mientras que los inventarios requieren de realización y exigibilidad (dos operaciones).
Prueba del súper ácido
Mide la capacidad de la empresa para cancelar sus obligaciones a corto plazo con la disponibilidad de efectivo en caja y bancos, así como con los títulos valores de rápida disponibilidad, sin incluir los otros activos corrientes:
Esta razón es el extremo de los índices de liquidez, y empareja el dinero disponible y cuasi-disponible de la compañía versus las deudas corrientes contraídas.
La prueba del súper ácido también es conocida como el ratio de liquidez absoluta, solvencia inmediata o razón de tesorería. Es el índice más riguroso ya que mide la capacidad efectiva de pago de la empresa en un plazo perentorio.
Ejemplo
A continuación se presenta un ejemplo práctico del estado de situación financiera de la empresa A, B, C, S.A., que sirve para determinar los 3 índices relativos a la liquidez antes referidos:
Activos corrientes | Pasivos corrientes | ||
Efectivo y equivalentes | 15.500 | Deudas bancarias | 45.000 |
Cuentas comerciales por cobrar | 31.000 | Cuentas por pagar proveedores | 22.500 |
Inventarios | 65.000 | Otros pasivos corrientes | 10.000 |
Gastos prepagados | 5.000 | ||
Total activos corrientes | 116.500 | Total pasivos corrientes | 77.500 |
Activos no corrientes | Pasivos no corrientes | ||
Propiedad, planta y equipo | 80.000 | Pasivos a largo plazo | 70.000 |
Inversiones permanentes | 31.000 | ||
Total activos no corrientes | 111.000 | Total pasivos no corriente | 70.000 |
Total activos | 227.500 | Total pasivos | 147.000 |
Capital contable | 80.000 | ||
Total pasivos y capital | 227.500 |
Utilizando las cifras del estado financiero mostrado, se obtienen los siguientes resultados:
El cálculo indica que la empresa tiene 1,50 activos corrientes por cada pasivo corriente, o 150% en términos porcentuales. Esto significa que por cada pasivo que se va haciendo exigible, se tiene 1,50 de activo circulante que se está convirtiendo a efectivo.
Visto el resultado, se podría afirmar que la empresa tiene una solvencia adecuada de corto plazo o corriente.
Al excluir del total de activos corrientes a los inventarios y los gastos prepagados; los activos circulantes restantes, esto es, el efectivo y las cuentas por cobrar, representan el 60% del total de los pasivos corrientes. Es decir que sin tener que recurrir a la venta de los inventarios, es posible saldar más de la mitad de la deuda circulante en el corto plazo con los activos disponibles y exigibles, lo cual es un resultado conveniente.
Al dividir el efectivo de la compañía, mostrado en el estado financiero, entre el total de las deudas a corto plazo, se obtiene que el activo disponible representa un 20% de los pasivos corrientes. Este índice podría considerarse razonable, ya que con el efectivo disponible se puede hacer frente de inmediato a una quinta parte de las deudas a corto plazo.
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