Tardígrados

Definición

Los tardígrados son un grupo o filo de animales invertebrados más conocidos como osos de agua debido a la forma en la que se mueven. De hecho, el término tardígrado significa “de paso lento”. Son animales cosmopolitas y, a pesar de ser organismos diminutos, son muy especializados.

Si bien hasta hace poco tiempo era uno de los filos menos conocidos, en los últimos años ha aumentado el interés por ellos debido a sus particularidades, como la capacidad de soportar condiciones ambientales extremas. Estos animales han sobrevivido al vacío y a las radiaciones del espacio, además de otras condiciones. Por lo que se consideran los animales más resistentes del planeta.

Características

Tardígrado en una imagen de microscopio.

Los tardígrados presentan las siguientes características:

• Tienen simetría bilateral y alcanzan el nivel de organización de sistema de órganos.
• Su longitud suele ser menor a 1 milímetro por lo que son animales diminutos.
• Generalmente poseen un número limitado de células, alrededor de 40.000, que se mantiene constante entre las especies y a lo largo de la vida del animal.
• Son heterótrofos y se alimentan principalmente de los fluidos que contienen las células vegetales. Algunos también se alimentan de detritos y de pequeños animales que se encuentran en el suelo, como los nematodos.
• Se reproducen sexualmente y son animales ovíparos. Es frecuente la partenogénesis, proceso que da origen a un nuevo individuo a partir de un óvulo sin que haya fecundación.
• Las hembras suelen ser más abundantes que los machos.
• Viven en lugares muy húmedos, como las películas de agua que se forman sobre musgos, líquenes y helechos, o el humus de los bosques. También pueden vivir en aguas someras o profundas, tanto en el mar como en agua dulce.
• Son capaces de sobrevivir en ambientes extremos ya que pueden entrar en un estado latente denominado criptobiosis. Así pueden soportar lugares muy secos, muy fríos, sin oxígeno, con mucha presión o con altos niveles de radiación.

Estructura

Los tardígrados tienen un cuerpo corto, globoso y cilíndrico con cuatro pares de patas. Cada una termina en uñas o discos de succión que le permiten al animal sujetarse al sustrato. Los tres primeros pares son utilizados en la locomoción hacia adelante, la cual es lenta, y el último par de patas es usado para moverse hacia atrás y sujetarse al sustrato.

El cuerpo está cubierto por una cutícula fina que puede ser lisa u ornamentada y, generalmente, está dividida en placas segmentarias. Estos animales mudan la cutícula periódicamente junto con las uñas, los estiletes faríngeos y los revestimientos anterior y posterior del tubo digestivo. Todo ello se regenera a partir de la epidermis, las glándulas de las uñas y la glándula salival, respectivamente.

Los estiletes faríngeos son estructuras que le permiten a estos animales perforar las paredes celulares para poder alimentarse de sus fluidos. Los tardígrados tienen un sistema digestivo completo formado por una faringe succionadora, un esófago y un intestino. Además, cerca del ano, algunos tardígrados tienen glándulas con función excretora.

Debido a su pequeño tamaño, los tardígrados no tienen órganos especializados para el intercambio gaseoso. En cuanto al sistema nervioso, poseen un encéfalo dorsal y un par de cordones nerviosos con ganglios. La mayoría también presenta un par de manchas oculares simples.