Contenidos
Manuel Belgrano
Patriota criollo que participó en la política rioplatense y en el proceso independentista del Virreinato del Río de la Plata.
Datos |
|
---|---|
Nacimiento | Buenos Aires, Virreinato del Perú, 3 de junio de 1770. |
Fallecimiento | Buenos Aires, Provincias Unidas del Río de la Plata, 20 de junio de 1820 (50 años). |
Ocupación | Abogado, periodista, economista, político, diplomático y militar rioplatense. |
Causa de la muerte | Hidropesía. |
¿Quién fue?
Manuel Belgrano fue un patriota criollo que participó en distintas funciones de la vida política rioplatense y en el proceso independentista del Virreinato del Río de la Plata.
Fue un intelectual formado en las ideas de la Ilustración, movimiento intelectual que se interesó en el conocimiento del mundo como herramienta para lograr el progreso de la sociedad. En ese contexto, dedicó tiempo a la investigación y el estudio y tradujo del francés dos obras del economista François Quesnay, y del inglés, el discurso de despedida de George Washington al pueblo de los Estados Unidos.
Influenciado por los principios de la Revolución francesa, intentó trasladar a América los derechos de los seres humanos enumerado en la Declaración de lo Derechos del Hombre y del Ciudadano. Para lograrlo, creyó que era indispensable que los americanos tuvieran acceso a la educación gratuita para construirse como personas conocedoras de sus derechos y sus obligaciones con la sociedad. Fiel a este pensamiento, destinó a la construcción de cuatro escuelas públicas el dinero que le otorgara la Asamblea del Año XIII como premio por los triunfos de Tucumán y Salta.
Manuel Belgrano fue el creador de la Escarapela y la Bandera argentina.
Infancia, juventud y formación intelectual
Manuel Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano nació en Buenos Aires el 3 de junio de 1770. Su padre, Domingo Belgrano y Peri, era un comerciante italiano que, además de ejercer el comercio, tuvo algunos cargos en la función pública en Buenos Aires. Su posición económica le permitió darles a sus hijos educación superior. Por lo tanto, en 1786, Manuel y su hermano Francisco viajaron a España para realizar estudios universitarios. Estudió derecho y economía política en las universidades de Salamanca y Valladolid.
En la Europa de la época estaban vigentes las ideas de la Ilustración. Manuel Belgrano participó de los ambientes académicos del derecho y la política donde se discutían estas ideas. Leyó los textos de Montesquieu, Rousseau y Filangieri y adhirió a los principios del pensamiento racionalista y liberal.
Antes de regresar a América, ejerció como abogado y pasó un tiempo en Madrid donde conoció personas relevantes de la corte de Carlos IV que participaban de las ideas del despotismo ilustrado.
Publicidad, continua debajoRegreso a América
En 1794, Manuel Belgrano regresó a América con un nombramiento para ejercer el cargo de secretario perpetuo del Consulado. Esta institución se ocupaba de administrar la justicia comercial y fomentar la agricultura, industria y comercio del Virreinato.
Sin embargo, su objetivo de reorganizar y modernizar el comercio y la economía de la región chocó con el conservadurismo de la junta de gobierno del Consulado, integrada por comerciantes españoles renuentes a cualquier cambio.
A pesar de que sus propuestas de modernización fueron rechazadas, Belgrano no desaprovechó la oportunidad para estar en contacto con otros funcionarios y así pudo mantener correspondencia e informarse de la situación económica y de las particularidades geográficas de todas las regiones del Virreinato del Río de la Plata.
Por otro lado, debió presentar a la Corona memorias descriptivas de su tarea como cónsul. Estos documentos constituyen documentos muy valiosos porque permiten reconstruir su pensamiento y su preocupación por el progreso y bienestar de la población.
Algunos de sus logros como secretario del Consulado fueron:
- Modernizó la actividad agrícola con la promoción de nuevos cultivos y el mejoramiento del ganado.
- Modernizó los procesos de producción textil con la intención de que los tejidos americanos pudieran competir con los europeos.
- Mejoró los caminos y se ocupó de la seguridad de las áreas fronterizas con el territorio indígena.
- Propuso la creación de una Escuela de Comercio y logró crear una Escuela de Dibujo y una de Náutica que fueron suprimidas cuando la noticia llegó a España. Propuso la creación de escuelas gratuitas para mujeres y niños de escasos recursos.
- Propició la creación de órganos de difusión de información entre la población: propuso la creación del Telégrafo Mercantil, Rural, Político, Económico e Historiográfico del Río de la Plata; dirigió el Semanario de Agricultura, Industria y Comercio y publicó, a instancias del virrey Cisneros, el periódico Correo de Comercio de Buenos Aires.
Formación militar
En 1797 fue designado por el virrey Melo de Portugal como capitán de las milicias urbanas de Buenos Aires. Aunque era un intelectual, Belgrano decidió aceptar el nombramiento para aprender sobre estrategia militar.
Con ese cargo, formó parte de las tropas que intentaron hacer frente a los británicos durante la primera invasión inglesa. La pésima preparación militar de las milicias, que las obligaron a rendirse inmediatamente a la fuerza invasora, lo convencieron de la necesidad de ampliar sus conocimientos militares.
Durante la segunda invasión, en 1807, participó de la exitosa defensa de la ciudad de Buenos Aires como ayudante de campo de una de las divisiones del ejército al mando de Santiago de Liniers.
Ideas políticas
Desde su retorno a Buenos Aires, Belgrano sufrió la frustración de comprobar que sus proyectos de modernización eran imposibles de llevar adelante, no solo por la falta de apoyo de los grupos dirigentes locales, sino también por el desinterés de la corte española por el bienestar de sus súbditos americanos.
En ese contexto, comenzó a reunirse con otros jóvenes criollos en un ambiente que iba alimentando la idea de la emancipación americana. Se cuestionaba la legitimidad del gobierno colonial, la injusta imposición del monopolio comercial, el escaso estímulo al desarrollo económico de la región y el limitado acceso de los criollos a los espacios de poder por la opresión de los españoles.
Tras la invasión napoleónica a España, Belgrano consideró que un primer paso hacia la emancipación podía ser la instauración de una monarquía constitucional en el Río de la Plata. En ese contexto, propuso la coronación de Carlota Joaquina de Borbón, hermana del rey Fernando VII de España, que se encontraba con la corte portuguesa en Brasil.
En la década de 1810, cuando la independencia americana ya estaba definiéndose, propuso la instauración de una dinastía inca. Consideraba que, en el ambiente de restauración de las monarquías de Europa tras el fin del Imperio napoléonico, esta forma de gobierno facilitaría que el nuevo Estado fuera reconocido por las potencias europeas.
La Revolución de Mayo y las guerras por la Independencia
Belgrano participó activamente de la Revolución de Mayo de 1810, tras la cual fue nombrado vocal de la Junta Gubernativa de las Provincias del Río de la Plata, conocida como Primera Junta.
En el contexto de las guerras por la Independencia tuvo que asumir un rol militar, a pesar de su deficiente formación en ese campo:
- Fue nombrado General en jefe de la expedición militar a la Banda Oriental, Santa Fe, Entre Ríos y Paraguay, en 1810. Durante esta expedición fundó las poblaciones de Mandisoví y Curuzú Cuatiá.
- En 1811 fue nombrado coronel del Regimiento de Patricios, que había tenido una destacada actuación durante las Invasiones Inglesas y la Revolución de Mayo. En 1812, durante una misión en Rosario, propuso la creación de una escarapela que fue aprobada por el Primer Triunvirato el 18 de febrero de ese año. También mandó confeccionar una bandera celeste y blanca, aunque esta acción fue desaprobada por el gobierno con el argumento de que no correspondía izar bandera propia porque aún no se había declarado la Independencia.
- En 1812 fue designado jefe del Ejército del Norte. Al mando de esa fuerza obtuvo una importante victoria en la batalla de Tucumán. Tras otro triunfo, esta vez en Salta, invadió el Alto Perú y ocupó la ciudad de Potosí. Pero a fines de 1813 fue derrotado en las batallas de Vilcapugio y Ayohuma y debió replegarse hasta Jujuy.
- En 1815 viajó a Europa en misiones diplomáticas y a su regreso presentó un informe al Congreso de Tucumán sobre la situación en el viejo mundo tras la derrota definitiva de Napoleón Bonaparte y la realización del Congreso de Viena.
- A fines de 1816 se hizo cargo nuevamente del Ejército del Norte; pero no pudo organizar una cuarta expedición al Alto Perú, como era su deseo. Solo pudo enviar al teniente coronel Gregorio Aráoz de Lamadrid en una campaña menor, que luego de una victoria finalizó con una derrota en Chuquisaca, en 1817.
Vida privada
Durante 1812 Belgrano inició una relación sentimental con María Josefa Ezcurra, esposa del navarro Juan Esteban de Ezcurra, quien disconforme con la Revolución de Mayo, había regresado a España.
Con María Josefa tuvo un hijo, que se negó a reconocer y que nació el 30 de julio de 1813 en una estancia de Santa Fe, y que fue bautizado con el nombre de Pedro Pablo. Fue anotado como huérfano en la Catedral de Santa Fe y fue adoptado por su tía materna, Encarnación Ezcurra, esposa de Juan Manuel de Rosas. Posteriormente fue conocido como Pedro Rosas y Belgrano, siguió la carrera militar y llegó al grado de coronel.
En 1817, Belgrano tuvo una relación amorosa con la tucumana María Dolores Helguero y Liendo, a la que había conocido en 1812. Fruto de esta relación nació Manuela Mónica en mayo de 1819. La niña vivió con su madre hasta 1825, cuando una tía paterna, Juana Belgrano de Chas, la llevó a Buenos Aires.
Muerte
A mediados de 1819 pidió licencia por enfermedad y delegó el mando del Ejército del Norte a su segundo, Francisco Fernández de la Cruz.
Se instaló entonces en Tucumán, pero a poco de llegar fue sorprendido por una rebelión contra el Directorio encabezada por Bernabé Aráoz, quien ordenó su arresto.
Gracias a la intermediación de su médico particular, el escocés Joseph Redhead, fue liberado y se le permitió regresar a Buenos Aires.
Llegó a su ciudad natal durante la crisis de 1820 que tuvo como corolario la disolución del Directorio y del Congreso. Su salud empeoró rápidamente, muriendo de hidropesía el 20 de junio de 1820, a la edad de 50 años.
Durante su agonía fue asistido por Redhead, que lo atendió en su casa. Al no poder pagarle por sus servicios, pues había perdido toda la fortuna familiar durante las guerras por la Independencia, le entregó un reloj de bolsillo de oro y esmalte.
De acuerdo a su última voluntad, su cadáver fue amortajado con el hábito de los dominicos y trasladado al Convento de Santo Domingo, recibiendo sepultura en el atrio.
En 1902, una comisión designada por el presidente Julio Argentino Roca procedió a la exhumación de sus restos para trasladarlos a una urna que fue depositada en el interior de un monumento que se inauguró en octubre de ese año en el atrio de Santo Domingo, donde aun se encuentran.
Bibliografía: |
---|
|
Profesor en Enseñanza Media y Superior en Historia (Universidad de Buenos Aires). Autor, editor y coordinador de contenidos editoriales.
Al citar este artículo, reconoces la autoría original, previenes plagios y brindas a tus lectores la posibilidad de acceder a las fuentes originales para obtener más información o verificar datos.