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Marcelo Néstor Musa (2023). Primavera de Praga. Recuperado de Enciclopedia Iberoamericana (https://enciclopediaiberoamericana.com/primavera-de-praga/). Última edición: abril 2024. Consultado el 16 de mayo de 2024.
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Primavera de Praga

Intento de poner fin a la influencia soviética sobre la vida política, económica y cultural de Checoslovaquia.

Tabla de contenidos:

¿Qué fue?

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Se conoce con el nombre de Primavera de Praga a un intento de poner fin a la influencia soviética sobre la vida política, económica y cultural de Checoslovaquia.

Se inició el 5 de enero de 1968, cuando Alexander Dubček fue elegido primer secretario del Partido Comunista. Su gobierno impulsó una serie de reformas que levantaron las restricciones sobre la libertad de expresión, de cultos y de desplazamientos.

Esta etapa de cambios se extendió hasta el 21 de agosto del mismo año, cuando las fuerzas del Pacto de Varsovia ocuparon el país y reprimieron las protestas populares contra la intervención militar.

Tanques soviéticos en la Plaza de la Ciudad Vieja de Praga, en 1968.

Tanques soviéticos en la Plaza de la Ciudad Vieja de Praga, en 1968

Luego de la invasión, Dubček fue reemplazado por Gustáv Husák, quien restauró los valores políticos y culturales que habían prevalecido hasta entonces.

Checoslovaquia permaneció controlada por la Unión Soviética hasta 1989 cuando, tras la caída del Muro de Berlín, la Revolución de Terciopelo puso fin al régimen comunista dependiente de Moscú..

Contexto histórico

Luego de la finalización de la Segunda Guerra Mundial, en 1945, casi todos los Estados de Europa Oriental quedaron bajo la influencia de la Unión Soviética, que impuso al socialismo como sistema político, económico y social.

El férreo control que los soviéticos ejercieron sobre Europa del Este se extendió hasta fines de la década de 1950, cuando Nikita Jrushchov inició un proceso de desestalinización, durante el cual denunció la represión política llevada a cabo por Iósif Stalin.

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En Checoslovaquia, una nueva generación de líderes comunistas entendió ese proceso como una oportunidad para relajar la dependencia de Moscú. En ese contexto, el presidente checoslovaco, Antonin Novotný, promulgó una nueva constitución y rehabilitó a algunas de las víctimas del estalinismo.

El alcance limitado de estas reformas disgustó a quiénes abogaban por una liberalización más amplia. Entre ellos, a un sector de la Unión de Escritores de Checoslovaquia, encabezado por Milan Kundera y Vaclav Havel.

A partir de ese momento, Novotný fue perdiendo cada vez más apoyos hasta que su liderazgo fue desafiado abiertamente por Dubček, que lideraba el Partido Comunista de Eslovaquia.

La disputa por el poder entre ambos líderes se saldó tras una visita a Praga del nuevo líder soviético, Leonid Brézhnev, quien forzó la renuncia del presidente al comprobar la fuerte oposición en su contra.

El 5 de enero de 1968 Dubček sucedió a Novotný como Secretario General del Partido Comunista y como nuevo líder de Checoslovaquia. Su llegada al poder marcó el inicio de la Primavera de Praga.

Desarrollo

Durante los 7 meses que permaneció en el poder, el gobierno de Dubček decretó la libertad de expresión, de cultos y de desplazamientos, y levantó las restricciones que regían sobre los medios de comunicación. También impulsó la división del país en dos repúblicas socialistas: la Checa y la Eslovaca.

En materia económica, estableció el derecho a huelga, estimuló el desarrollo científico y aceptó la implementación de incentivos individuales para aumentar la productividad.

Estas reformas recibieron el apoyo de gran parte de la población e impulsaron el florecimiento de numerosos proyectos artísticos y culturales, pero preocuparon a Brézhnev y a todos los viejos dirigentes de la ortodoxia comunista.

Dubček, consciente de esta oposición, intentó obtener el apoyo de los dos líderes comunistas más alejados de Moscú, el yugoslavo Josip Broz Tito y el rumano Nicolae Ceaucescu.

Pero tras negociaciones fallidas entre diplomáticos checos y soviéticos, la noche del 20 de agosto tropas de la Unión Soviética, Alemania Oriental, Bulgaria, Polonia y Hungría invadieron Checoslovaquia con gran cantidad de tanques y medio millón de militares.

La resistencia contra la invasión se extendió por todo el país e incluyó los sabotajes, la modificación o sustracción de las señales de tránsito, el desafío de los toques de queda y algunos ataques a las tropas extranjeras. Sin embargo, la resistencia fue sofocada en poco tiempo, a pesar de las protestas de las principales naciones de Occidente.

Causas

Entre las principales causas de la Primavera de Praga sobresalen:

  • La falta de libertades políticas, civiles y religiosas: dentro del bloque compuesto por los países de la Europa Oriental, Checoslovaquia fue la que contó con uno de los regímenes que más afectó las libertades individuales y que reprimió duramente cualquier oposición.
  • Los malos resultados económicos: a pesar de los sacrificios pedidos a la población, los planes quinquenales impulsados por el régimen comunista no habían dados los resultados deseados. En la década de 1960, los checoslovacos todavía padecían frecuentes cortes de electricidad, falta de gas para calefacción y escasez de productos de primera necesidad en los comercios.
  • Los deseos de autonomía de los eslovacos: los comunistas de Eslovaquia, encabezados por el propio Dubček, reclamaban una cierta autonomía de Praga, así como un reconocimiento de sus particularidades lingüísticas y culturales.

Consecuencias

Las principales consecuencias de la Primavera de Praga fueron las siguientes:

  • La caída de Dubček, que fue arrestado la misma noche de la invasión y trasladado a Moscú. Allí se le comunicó que iba a continuar en el poder, pero que debía moderar el alcance de las reformas. Sin embargo, en abril de 1969, los soviéticos propiciaron su sustitución por Husák, partidario de la ortodoxia.
  • La expulsión de más del 20 % de los miembros del Partido Comunista de Checoslovaquia, acusados de presuntas actividades contrarrevolucionarias.
  • La anulación de casi todas las reformas impulsadas por Dubček. El gobierno de Husák volvió a centralizar la economía y a establecer la censura, eliminando la libertad de asociación, de cultos y de prensa. Tan solo se mantuvo la estructura federal del país.
  • La agudización de la fractura entre Moscú y los dirigentes de Rumania y Yugoslavia, que criticaron la actuación de las fuerzas del Pacto de Varsovia.
  • La decepción de muchos comunistas de todo el mundo con el régimen soviético, que ya había comenzado a perfilarse tras la represión de la revolución húngara de 1956.
  • La conformación del llamado eurocomunismo, integrado por varios partidos comunistas de Europa Occidental, que condenó las violaciones contra de los derechos humanos en Checoslovaquia y otros países de Europa Oriental.
Bibliografía:
  • Fontana, Josep. El siglo de la revolución. Una historia del mundo desde 1914. Barcelona, Crítica. 2017.
  • Hobsbawm, Eric. Historia del siglo XX. Buenos Aires, Crítica Grijalbo Mondadori. 1998.
  • Zaragoza, Luis. Las flores y los tanques. Un regreso a la Primavera de Praga. Madrid, Cátedra, 2018.

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Acerca del autor:

Profesor en Enseñanza Media y Superior en Historia (Universidad de Buenos Aires). Autor, editor y coordinador de contenidos editoriales.

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Marcelo Néstor Musa (2023). Primavera de Praga. Recuperado de Enciclopedia Iberoamericana (https://enciclopediaiberoamericana.com/primavera-de-praga/). Última edición: abril 2024. Consultado el 16 de mayo de 2024.
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