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Sintoísmo
Religión japonesa cuyos orígenes se remontan al inicio de la cultura japonesa.
¿Qué es?
El sintoísmo o shinto es una religión japonesa cuyos orígenes se remontan al inicio de la cultura japonesa. Sus principios filosóficos constituyen la raíz del pensamiento, la religiosidad y la filosofía del Japón, aunque no sea la religión practicada por la mayoría de la población.
Algunos rasgos de la espiritualidad sintoísta se pueden rastrear ya en el período Yayoi (300 a. C a 300 d. C aproximadamente), cuando las islas estaban habitadas por pequeñas comunidades agrícolas todavía sin escritura. De esa época son los primeros textos, de origen chino, que mencionan poblaciones que practicaban un culto animista.
El sintoísmo se menciona por primera vez en textos japoneses recién en el siglo VIII, cuando ya circulaban por las islas otras religiones orientales, como el taoísmo, el confusionismo y el budismo. En ese contexto, aparece la palabra shinto para diferenciar la religión local, que seguía la vía de los kami, es decir, el camino de los dioses, de las religiones recién llegadas, como el butsudo o vía del Buda.
En la actualidad, es difícil saber qué porcentaje de la población japonesa practica el sintoísmo porque este culto no excluye la práctica de otros credos religiosos como el budismo e incluso el cristianismo. Además, muchos japoneses que se declaran no creyentes participan de las ceremonias sintoístas.
Características
Algunas de las características del sintoísmo son las siguientes:
- No existe un fundador del shinto ni una persona o figura que encarne sus principios. El sintoísmo es más bien una cosmovisión que fue desarrollando un sistema mitológico a lo largo del tiempo.
- No existen libros ni escrituras sagradas que codifiquen las cuestiones dogmáticas o teológicas.
- El shinto aparece mencionado por primera vez en fuentes escritas japonesas en dos textos: el Kojiki, una crónica de antiguos hechos del Japón, redactado en 712. Y el Nihonshoki, también del siglo VIII, que recopila hechos de la historia japonesa junto a elementos míticos, documentos literarios, ritos y elementos de la cosmovisión local.
- Entiende el cosmos como un espacio animado y habitado por fuerzas vitales espirituales, los kami. Se los conoce como Yaoyorozu-nokami, que significa “los 8 millones de dioses” haciendo referencia a la idea de que son incontables y se debe respetar a todos los elementos de la naturaleza porque cualquier cosa puede ser un kami. Todos los fenómenos son sagrados porque forman parte del principio de la vida.
- Un kami no es una divinidad individual o personal. Es la conceptualización de un principio espiritual. Puede manifestarse en una roca, una planta, un animal, o un antepasado familiar, incluso las personas al morir pueden transformarse en kami.
- Es una filosofía práctica ética que sostiene la conexión continua con la infinidad de seres que habitan el mundo. Lo natural y lo sobrenatural, lo espiritual y lo corpóreo, lo visible y lo invisible están unidos e interrelacionados.
- Practica la búsqueda de la felicidad presente.
- La introducción del budismo en el siglo VI modificó algunas concepciones del sintoísmo, como la idea de circularidad, generación y regeneración y también incorporó a este culto la construcción de templos.
- Existen algunas ceremonias específicas sintoístas en el calendario japonés pero la práctica se basa en rituales personales como la construcción de altares familiares o las visitas a los templos.
La mitología sintoísta
El mito de origen del shinto narra un mundo caótico en el que el cielo y la tierra no estaban separados y todo era indeterminado e ilimitado.
En un momento, lo puro y claro se dispersó, ascendió yse transformó en cielo, lo pesado y turbio se depositó y se convirtió en la tierra.
Publicidad, continua debajoCuando se separaron el cielo y la tierra, en la alta meseta del cielo surgieron los primeros dioses hasta formar un panteón de 5. Estos dioses no tenían forma, género ni sexo, se los llamó Kotoamatsukami, que significa los dioses celestiales distinguidos.
Luego aparecieron siete generaciones de dioses ya con características individuales. De ellos surgió la pareja primordial, el dios Izanagi y diosa Izanami, quienes fueron los responsables de ordenar el mundo.
Los primeros dos hijos de esta pareja eran imperfectos y fueron descartados, de modo que perfeccionaron el ritual de creación y así procrearon los dioses sanos, las 8 islas que forman el archipiélago japonés, los seres vivos y los kami o deidades fundamentales: el mar, los ríos, las praderas, los árboles, etcétera.
Al dar a luz al dios del fuego, Izanami murió quemada y descendió a los infiernos. Y, aunque Izanagi intentó rescatarla del mundo de los muertos, la diosa ya era un cadáver en descomposición y no regresó. Izanagi, entonces, realizó un rito de purificación y del agua surgieron los dioses más importantes: al limpiar su ojo izquierdo, surgió Amaterasu, la diosa solar; de la nariz, Susanoo, el dios del viento, el mar y las tormentas; del ojo derecho, Tsukuyomi, la diosa lunar.
Amaterasu se convirtió en la diosa más importante de la mitología sintoísta y, hasta la finalización de la Segunda Guerra Mundial, en Japón se sostenía que la familia imperial descendía de ella.
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Licenciada en Gestión e Historia de las Artes, Editora. Autora y editora de contenidos educativos y de divulgación.
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