Información del artículo

Tiempo estimado de lectura

6 minutos

Compartir

Facebook Icon

Citar el artículo

Paola Maurizio (2023). Constantinopla. Recuperado de Enciclopedia Iberoamericana (https://enciclopediaiberoamericana.com/constantinopla/). Última edición: abril 2024. Consultado el 06 de octubre de 2024.
Copiar cita
¡Cita copiada a portapapeles!

Contenidos

Constantinopla

Capital del Imperio romano de Oriente.

6m
·
Tabla de contenidos:

¿Qué fue?

Publicidad

Constantinopla, actualmente Estambul, fue la capital del Imperio romano de Oriente desde su fundación por parte del emperador Constantino en 330 d. C. hasta que, ya como Imperio bizantino, cayó en poder de los turcos otomanos en el año 1453.

Durante siglos, fue una ciudad poderosa, riquísima y culta, famosa por el lujo en el que vivían sus habitantes y por las disputas teológicas en las que se involucraba toda la población. En ella se preservó la cultura del mundo clásico durante todo el período medieval.

La caída de la ciudad de Constantinopla es uno de los eventos considerados como el fin de la Edad Media y el comienzo de la Edad Moderna.

La ciudad de Constantinopla se ubicaba en la margen europea del estrecho del Bósforo, en la amplia desembocadura del Cuerno de Oro, un estuario que sirve de puerto natural.

Origen e Historia

Según las narraciones antiguas, el origen de la ciudad se remonta al siglo VII a. C. cuando fue fundada por un grupo de navegantes griegos procedentes de la ciudad de Megara. El jefe de la expedición, Byzas, habría sido quien dio el nombre de Bizantion a la ciudad, nombre que los romanos transformaron más tarde en Bizancio.

El sitio donde se fundó Bizancio está en un terreno elevado en una ubicación estratégica entre el mar Negro y el Mediterráneo, en el punto de encuentro de Europa y Asia.

Por su puerto pasaba todo el comercio de cereales de los territorios de los alrededores del mar Negro, y los productos de lujo provenientes de la Ruta de la seda. Esta ubicación privilegiada le dio gran prosperidad, pero también la sometió a la tensión de las disputas entre el mundo asiático y el europeo.

Publicidad, continua debajo

A lo largo de su historia fue disputada por los persas, los atenienses, los espartanos, los macedonios y finalmente los romanos. Alternativamente, fue ocupada y liberada en numerosas ocasiones.

A finales del siglo II, ya formando parte del Imperio romano, la ciudad fue prácticamente destruida al tomar partido en las luchas civiles entre los aspirante a suceder al emperador Cómodo que había sido asesinado. Fue parcialmente reconstruida, pero permaneció con pocas modificaciones hasta que el emperador Diocleciano la reconstruyó a fines del siglo III.

En el siglo IV, el emperador Constantino completó la tarea de reconstrucción y la estableció como capital del Imperio romano no solo por su ubicación estratégica cercana a las áreas más conflictivas del territorio, sino con la intención de construir una nueva Roma que estuviera marcada por el signo político del cristianismo. A partir de esta refundación, la ciudad comenzó a recibir el nombre de Constantinopla.

Vista de Constantinopla en 1422, según el cartógrafo florentino Cristoforo Buondelmonti.

Vista de Constantinopla en 1422, según el cartógrafo florentino Cristoforo Buondelmonti.

Durante el reinado de Justiniano I, una lucha civil entre facciones opuestas de la ciudad provocó una enorme destrucción que el emperador aprovechó para renovar completamente ciudad con más magnificencia aún.

A partir del siglo XI comenzó un proceso de decadencia que se acentuó cuando, durante la cuarta Cruzada, el ejército cruzado que se dirigía a Tierra Santa ocupó la ciudad y la saqueó.

Para mediados del siglo XV, el imperio bizantino estaba reducido prácticamente a la ciudad de Constantinopla. Cuando ésta cayó en poder del ejército otomano, el imperio se disolvió definitivamente. Sin embargo, la ciudad perduró con el nombre de Constantinopla hasta 1930 cuando, al declararse la república turca pasó a llamarse Estambul.

Características

Entre las características de la ciudad de Constantinopla se pueden mencionar las siguientes:

  • Fue refundada por el emperador Constantino el 11 de mayo de 330 d. C. a partir de la destruida ciudad de Bizancio para convertirse en la capital del Imperio Romano. El emperador pretendía construir una nueva Roma que fuera tan imponente y majestuosa como la original.
    • Tenía un foro similar al de Roma, con arcos de triunfo, un edificio para el senado, una columna conmemorativa con la imagen del emperador como dios Sol en la cima, y numerosas esculturas tanto de dioses paganos como de santos y mártires cristianos.
    • Se construyó un inmenso palacio y se levantaron numerosas iglesias, entre ellas, la de los Santos Apóstoles. También se inició la construcción de la iglesia de la Santa Sofía.
  • Los sucesores de Constantino continuaron mejorando y monumentalizando la ciudad. Teodosio Ie confirió el título de única y definitiva capital imperial con rango por encima de Roma. Se construyeron nuevos foros y una gran muralla que, en algunos sectores, funcionaba como dique para frenar las crecientes del río.
  • El emperador Justiniano la modernizó y agregó numerosos edificios nuevos, entre ellos:
    • el área palatina donde se ubicaba el palacio imperial, el hipódromo, la iglesia de Santa Sofía, edificios senatoriales, espacios de representación imperial, termas, etcétera, siguiendo la tradición de estructura palacial romana. Se caracterizaba por el lujo y por los novedosos recursos técnicos empleados en fuentes que vertían agua de diversas formas; animales de bronce que se movían y emitían sonidos, etcétera.
    • El hipódromo tenía capacidad para 60 mil personas. Se utilizaba para carreras de caballos, pero también como lugar del encuentro del emperador con el pueblo a través de procesiones con símbolos imperiales e imágenes del emperador.
    • Se crearon hospitales públicos, hogares para pobres, alumbrado público, suministro de agua y alcantarillado.
    • La ciudad tenía cisternas y graneros que almacenaban grandes cantidades de agua y alimentos para poder resistir un asedio prolongado.
  • El carácter que imprimieron en la ciudad los dos arquitectos de Justiniano, Isidoro de Mileto y Antemio de Tralles, permaneció durante nueves siglos a pesar de las modificaciones que se fueron realizando a lo largo del tiempo.
  • Cuando en 1453 la ciudad fue ocupada por los turcos, se construyeron numerosas mezquitas que siguieron el modelo de Santa Sofía.

Caída de Constantinopla

Para mediados del siglo XV, el Imperio bizantino atravesaba una seria crisis, había perdido casi todo su territorio y su importancia comercial. Estaba además acosado por los turcos y enemistado con el papado.

Cuando los otomanos llegaron a las murallas de la ciudad, sus habitantes resistieron valientemente durante más de un mes, pero la diferencia de fuerzas era enorme y el 29 de mayo de 1453, finalmente cayó en manos de Mehemet II, emperador de los turcos.

Bibliografía:
  • Asimov, Isaac. Constantinopla. El imperio olvidado. Madrid, Alianza editorial, 1983.
  • Bendala, Manuel. “Bizancio/Constantinopla/Estambul: la gran ciudad charnela entre Oriente y Occidente”. Conferencia del ciclo “Las ciudades en la antigüedad mediterránea, Fundación Juan March, Madrid, 14 de enero de 2014. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=Y3AzOWI85b4
  • Hernández de la Fuente, David A. Breve historia de Bizancio. Madrid, Alianza. 2014.

Compartir:
Facebook Icon
Acerca del autor:

Licenciada en Gestión e Historia de las Artes, Editora. Autora y editora de contenidos educativos y de divulgación.

Citar este artículo:

Al citar este artículo, reconoces la autoría original, previenes plagios y brindas a tus lectores la posibilidad de acceder a las fuentes originales para obtener más información o verificar datos.

Paola Maurizio (2023). Constantinopla. Recuperado de Enciclopedia Iberoamericana (https://enciclopediaiberoamericana.com/constantinopla/). Última edición: abril 2024. Consultado el 06 de octubre de 2024.
Copiar cita
¡Cita copiada a portapapeles!
¡Enlace copiado a portapapeles!