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Adam Smith
Pensador, conferenciante y docente escocés, considerado uno de los padres del liberalismo económico.
Datos |
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Nacimiento | Kirkcaldy, Escocia, 5 de junio de 1723. |
Fallecimiento | Edimburgo, Escocia, 17 de julio de 1790 (67 años). |
Ocupación | Filósofo, economista y profesor universitario, considerado el fundador de la escuela clásica del pensamiento económico. |
Causa de la muerte | Enfermedad desconocida. |
¿Quién fue?
Adam Smith fue un pensador, conferenciante y docente escocés, considerado uno de los padres del liberalismo económico.
En 1776 publicó Ensayo sobre la riqueza de las naciones, un estudio acerca del proceso de creación y acumulación de la riqueza. Si bien ese tema ya había sido abordado por el mercantilismo y la fisiocracia, los estudios de estas doctrinas no tuvieron el carácter sistemático que presentó la obra de Smith. A partir de sus trabajos, la economía adquirió el rango de ciencia independiente de la reflexión filosófica.
Infancia, juventud y formación intelectual
Adam Smith nació en Kirkcaldy, un pueblo escocés cercano a Edimburgo, el 5 de junio de 1723. Fue el único hijo de Margaret Douglas y de Adam Smith, un inspector de aduanas que falleció tres meses después de su nacimiento. Sin padre y sin hermanos, creció bajo la protección de su madre, que era hija de un rico propietario local.
A los cuatro años fue raptado por una banda de gitanos. Tras una desesperada búsqueda liderada por uno de sus tíos, fue encontrado en un bosque en el que había sido abandonado por sus captores.
A los seis años se incorporó a la escuela elemental de su pueblo, donde se destacó por su dedicación al estudio y por su prodigiosa memoria.
En 1737 ingresó en la Universidad de Glasgow, donde recibió la influencia de Francis Hutcheson, un economista y filósofo irlandés que supervisó sus estudios de retórica y ética. Se graduó tres años después con excelente notas, por lo que obtuvo una beca para cursar en el Balliol College de Oxford. En 1746 concluyó sus estudios y regresó a la casa de su madre.
Carrera académica
En 1748, el filósofo Henry Kames lo invitó a dar una serie de conferencias en la Universidad de Edimburgo, donde fue contratado como profesor ayudante. Durante los dos años siguientes dio clases y disertó sobre diferentes temas, como historia, retórica, moral, economía y literatura.
Publicidad, continua debajoEn esa época conoció a uno de los principales exponentes del empirismo, el filósofo escocés David Hume, con quien forjó una gran amistad.
En 1751 fue convocado por la Universidad de Glasgow para ocupar una cátedra de lógica. Un año después, pasó a dar clases de filosofía moral, revelándose como un excelente profesor. Este último cargo lo ejerció durante doce años, período que él mismo describiría como “el más útil, feliz y honorable” de su vida.
Durante esa época se relacionó con intelectuales, científicos y hombres de negocios. Las ideas y opiniones sobre temas económicos de este círculo de amigos influyeron sobre las ideas que luego plasmó en sus obras.
Sus viajes por el continente
En 1763 el aristócrata Charles Townshend le ofreció una pensión vitalicia a cambio de que oficiara como preceptor de su hijastro, el duque de Buccleuch. Seducido por esta propuesta, renunció a sus cargos docentes y en 1764 cruzó el Canal de la Mancha en compañía de su pupilo.
La primera parada del viaje fue la ciudad de Toulouse, en el sur de Francia, donde permaneció durante un año y medio. En 1765 viajó a Ginebra, donde conoció a Voltaire, por quien siempre sintió una gran admiración.
Siguió luego una breve estancia en París, donde frecuentó a los fisiócratas François Quesnay y Anne Turgot. En la capital de Francia también conoció a Benjamin Franklin y a dos exponentes de la Ilustración francesa, Denis Diderot y Jean D’Alembert, los creadores de la Enciclopedia.
En 1766, el fallecimiento del hermano menor del duque de Buccleuch, lo obligó a regresar a Gran Bretaña. Desvinculado de su pupilo, volvió a su pueblo natal.
Obras
Su primera obra, denominada Teoría de los sentimientos morales, la publicó en 1759, cuando ejercía la docencia en Glasgow. En ella expuso los principios de la naturaleza humana que guiaban el comportamiento social del hombre. También hizo mención, por primera vez, a la existencia de una mano invisible que orientaba el egoísmo humano hacia el bien de la sociedad.
Poco después escribió un ensayo llamado La primera formación de los idiomas, que fue incluido como apéndice en las cinco ediciones posteriores de Teoría de los sentimientos morales.
Entre 1767 y 1776 trabajó arduamente para completar Ensayo sobre la riqueza de las naciones, que había comenzado a escribir en Toulouse. En este trabajo Smith aplicó los principios de la investigación científica a la economía, en un intento de construirla como una disciplina independiente de la filosofía. La principal hipótesis de esta obra es que la búsqueda del beneficio individual bastaría para incrementar la riqueza de las naciones, siempre y cuando los gobiernos dejasen hacer y no interviniesen en la vida económica. Esta idea sentó las bases del liberalismo económico, que ya estaba prefigurado en las obras de los fisiócratas.
Vida privada
Smith nunca se casó ni tuvo hijos. Gran parte de su vida la compartió con su madre y con su prima Janet Douglas, que vivía en Edimburgo.
Además de Hume (con quien intercambiaba asidua correspondencia), entre sus amigos se encontraban el historiador Edward Gibbon y el filósofo conservador Edmund Burke, a quienes frecuentó durante los años en los vivió en Londres, entre 1779 y 1783.
Sus grandes pasiones fueron la lectura, la docencia y la investigación científica. Cuando escribía era muy minucioso y detallista (tal vez, inseguro), ya que corregía una y otra vez las oraciones hasta quedar satisfecho.
Muerte
En 1784, la muerte de su madre, de noventa años, lo impactó de tal manera que su propia salud comenzó a declinar.
Si bien trabajaba como director de Aduanas de Edimburgo y era objeto de diversos reconocimientos, como su nombramiento como rector honorífico de la Universidad de Glasgow, su vida se fue apagando de a poco, a medida que una rara enfermedad lo iba consumiendo.
Cuando sintió que el final estaba cerca redactó su testamento, en el que dejó expresa voluntad de que sus cartas y documentos privados fueran quemados luego de su muerte. Ésta tuvo lugar en Edimburgo, el 17 de julio de 1790, a los 67 años. Sus restos fueron sepultados en el cementerio de Canongate Kirk, un camposanto parroquial ubicado detrás de una hermosa iglesia presbiteriana.
Bibliografía: |
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Profesor en Enseñanza Media y Superior en Historia (Universidad de Buenos Aires). Autor, editor y coordinador de contenidos editoriales.
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