Belle Époque

¿Qué fue?

Se conoce como Belle Époque (época bella en español) al desarrollo cultural de la sociedad europea de fines del siglo XIX y principios del XX. Específicamente se considera que se inicia con la finalización de la Guerra franco-prusiana en 1871 y finaliza el comienzo de la Primera Guerra Mundial en 1914.

El término surgió a partir del trauma que significó esta guerra para los europeos, que recordaban el período anterior de poco más de cuarenta años sin grandes conflictos bélicos y de prosperidad económica como una época bella y feliz.

El término francés Belle Époque se aplica sobre todo a la sociedad europea y específicamente a la francesa, ya que la ciudad de París fue el centro de la actividad cultural y social de la época. Sin embargo, la prosperidad del período también se vivió en otras partes del mundo, sobre todo en las grandes ciudades.

Boulevard Saint Denis, en París, 1889. Pintura de Jean Béraud.

Durante la Belle Époque las naciones industrializadas europeas desarrollaron una política de expansión colonial, sobre todo en Asia y África que globalizó la cultura liberal y burguesa y el capitalismo como modelo económico.

El concepto de Belle Époque se refiere sobre todo a los sectores medios y altos de la sociedad europea o europeizada. Deja de lado los conflictos laborales de las clases más bajas, su desplazamiento a las periferias de las ciudades y los grandes movimientos migratorios desde Europa hacia América a causa de las malas condiciones de vida en las áreas rurales.

Características

Expreso de Oriente, línea de trenes de lujo que unía la ciudad de París con Constantinopla (Estambul) en Turquía. Afiche de 1888.

Algunas de las características principales de la Belle Époque son las siguientes:

• Fue un período de extraordinario crecimiento económico a partir del desarrollo de la Segunda Revolución Industrial.
• Gran parte de los desarrollos industriales e inventos se orientaron a mejorar la vida cotidiana de la creciente burguesía de clase media. Así, aparecieron los primeros aparatos de uso doméstico, el automóvil, la cámara fotográfica, etc. Estos adelantos tecnológicos mejoraron la calidad de vida de las personas y brindaron tiempo de ocio a grandes masas de población.
• Cada vez más personas dispusieron de tiempo libre y recursos suficientes para el disfrute del ocio. Como consecuencia, se produjo un incremento de la industria relacionada con las actividades recreativas, los viajes, el turismo y el consumo de espectáculos:
  • El cine, inventado en este período, pronto se transformó en una industria cultural con la creación de estudios de grabación y salas con capacidad para miles de personas.
  • Los habitantes de las ciudades comenzaron a disfrutar de paseos al campo, a balnearios, etc.
  • Se incrementó la vida nocturna en las ciudades. Se multiplicaron los cafés, cabarés y salas de espectáculos.
• Entre las clases medias predominaba un espíritu optimista y festivo sostenido por la creencia en que el desarrollo científico y tecnológico acarrearía un futuro mejor.
• Se produjo un auge de las exposiciones internacionales, que exhibían los avances científicos, tecnológicos y artísticos de los distintos países. Esas exposiciones contribuyeron a la difusión del espíritu de optimismo en distintas partes del mundo.
• Para simbolizar la Belle Époque se ha utilizado en ocasiones la figura del Titanic, ese barco de lujo considerado el mayor exponente de los avances tecnológicos e industriales que terminó naufragando en su viaje inaugural. Su naufragio suele considerarse como uno de los eventos que finalizó con este período.

Arte

El almuerzo de los remeros, 1880. Pintura impresionista de Pierre Renoir.

Durante la Belle Époque tuvieron vigencia diversas corrientes artísticas. Por un lado, los movimientos como el Impresionismo y los modernismos, como el Art Nouveau participaron del espíritu del período con obras inspiradas en la naturaleza y el disfrute de la vida, así como la incorporación de los adelantos tecnológicos en sus producciones. Estos son los movimientos considerados más representativos de la Belle Époque.

Simultáneamente, otros movimientos, como el simbolismo, criticaron el materialismo, la superficialidad y la frivolidad de las costumbres de la sociedad burguesa.

A comienzos del siglo XX, los primeros movimientos de vanguardia comenzaron a plantear un punto de vista más crítico hacia las contradicciones de la época.