Guadalupe Victoria

¿Quién fue?

Guadalupe Victoria fue un patriota mexicano que a partir de 1812 luchó bajo las órdenes del sacerdote independentista José María Morelos. Después de su fusilamiento, en 1815, Victoria fue uno de los pocos que siguió defendiendo una causa que parecía condenada al fracaso.

Luego de la proclamación de la Independencia, en 1821, se opuso tanto a la creación del Primer Imperio Mexicano como al estilo de gobierno autoritario del emperador Agustín de Iturbide.

Retrato de Guadalupe Victoria realizado por Carlos París.

En 1823 se unió a la rebelión republicana encabezada por Antonio López de Santa Anna. Una vez destituido Iturbide, formó parte de un gobierno provisional y luego fue elegido primer presidente de la República de México, cargo que ejerció entre 1824 y 1829.

En la actualidad, se lo considera héroe nacional, Benemérito de la Patria y fundador de la República.

Infancia, juventud y formación intelectual

Guadalupe Victoria, cuyo verdadero nombre era José Miguel Ramón Adaucto Fernández Félix, nació el 29 de septiembre de 1786 en Tamazula, Nueva Vizcaya, Virreinato de Nueva España.

Sus padres fueron Manuel Fernández de Victoria y María Alejandra Félix Niebla. Como ambos murieron poco después de su nacimiento, fue criado por su tío paterno, Agustín Fernández, por aquel entonces cura de su localidad natal.

Estudió en el Seminario de Durango y a partir de 1807 en el colegio de San Ildefonso de Ciudad de México. En 1811 se graduó como licenciado en Leyes.

La guerra por la Independencia de México

En 1812 se sumó a las fuerzas insurgentes de Hermenegildo Galeana, que era un seguidor de Morelos. Fue entonces que cambió su nombre por el de Guadalupe Victoria, que aludía, por un lado, al deseado triunfo de la causa independentista y, por otro, a la Virgen de Guadalupe, a la que se encomendó.

Durante la lucha contra los realistas se destacó durante la toma de Oaxaca y por sus exitosos asaltos a convoyes militares en Puente del Rey, hoy Puente Nacional, en el Estado de Veracruz.

En el territorio que logró dominar organizó un gobierno que estableció impuestos para el financiamiento de la guerra, designó jueces e impulsó la creación de una fuerza marítima.

Cuando el movimiento insurgente declinó, tras la muerte de Morelos, rechazó el indulto ofrecido por el virrey Juan Ruiz de Apodaca, por lo que fue de los pocos insurgentes que continuó la lucha.

En 1819 se ocultó en zonas serranas para reaparecer en 1821 y dar su apoyo al Plan de Iguala, proclamado por Iturbide.

Luego de la consumación de la Independencia de México, se opuso al establecimiento de una monarquía imperial. A fines de 1822 apoyó la sublevación republicana liderada por Santa Anna. Luego de la partida al exilio de Iturbide formó parte, junto con Nicolás Bravo y Pedro Celestino Negrete, de un triunvirato a cargo provisionalmente del Poder Ejecutivo nacional.

Presidencia

En 1824, luego de la sanción de la Constitución mexicana, fue elegido primer presidente de la República de México.

Durante su mandato, estableció relaciones diplomáticas con Gran Bretaña, los Estados Unidos y la Gran Colombia de Simón Bolívar.

Decretó la abolición de la esclavitud, concedió una amnistía a los presos de conciencia y respetó la libertad de prensa.

Tras la toma de la fortaleza de San Juan de Ulúa, en 1825, logró eliminar los últimos reductos del poderío realista; dos años después decretó la expulsión de los españoles del territorio mexicano.

Promediando su mandato, la inicial unanimidad republicana dio paso a una lucha entre dos logias masónicas: la yorkina, de tendencia liberal y federalista; y la escocesa, centralista y conservadora.

Aunque se hallaba más próximo a los masones yorkinos, adoptó una posición conciliadora e intentó poner fin a los enfrentamientos internos. Pero en 1827 tuvo que enfrentar la rebelión de su propio vicepresidente, Nicolás Bravo. Aplastó la sublevación gracias al apoyo de Vicente Guerrero y Santa Anna, tras lo cual envió al exilio a Bravo.

Hacia el final de su mandato, nuevos conflictos fueron causa de un accidentado relevo presidencial. Manuel Gómez Pedraza fue elegido como su sucesor, pero no llegó a jurar el cargo ya que las rivalidades internas culminaron en el Motín de la Acordada, que condujo a la elección de Vicente Guerrero como nuevo presidente, en 1829.

Años post presidenciales

Luego del fin de su mandato presidencial se retiró de la vida pública y atendió asuntos personales en su hacienda, situada en Veracruz.

En 1832 se reinsertó en la política para negociar un acuerdo de paz con el general Santa Anna, que se había rebelado contra el gobierno de la República.

Al año siguiente ganó las elecciones legislativas y asumió el cargo de senador por los Estados de Durango y Veracruz. Simultáneamente combatió rebeliones antigubernamentales en Veracruz y Oaxaca. Más tarde asumió la gobernación interina del Estado de Puebla, que desempeñó durante cinco meses.

En 1835 regresó al Senado y fue elegido presidente de esa cámara legislativa. Desde ese cargo se opuso sin éxito a los intentos de Santa Anna de sustituir a la República federal por una República centralista.

En 1838, ante el inicio de incidentes militares con Francia, asumió la comandancia militar de Veracruz. Su intervención diplomática fue decisiva para evitar una guerra contra los franceses y firmar un tratado de paz al año siguiente. Esa fue su última actividad pública.

Muerte

En 1841 contrajo matrimonio con María Antonia Bretón y Velázquez, conocida como “Tonchita”. Poco después, su salud comenzó a desmejorar debido al agravamiento de una epilepsia que le provocaba convulsiones recurrentes.

Gravemente enfermo, fue trasladado a la fortaleza de San Carlos de Perote, en el Estado de Veracruz, para proporcionarle cuidados y un tratamiento médico adecuado. Pero falleció el 21 de marzo de 1843 a la edad de 56 años. Sus restos fueron enterrados en el mismo reducto militar.

El 25 de agosto el Congreso de la Unión lo declaró Benemérito de la Patria y su nombre fue escrito en letras de oro en el salón de sesiones de la Cámara de Diputados.

En 1863 sus restos fueron trasladados a Puebla. En 1925 fueron depositados en el Monumento a la Independencia en la Ciudad de México.