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Marcelo Néstor Musa (2021). Imperio chino. Recuperado de Enciclopedia Iberoamericana (https://enciclopediaiberoamericana.com/imperio-chino/). Última edición: febrero 2021. Consultado el 11 de diciembre de 2024.
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Contenidos

Imperio chino

Estado imperial de Asia Oriental, uno de los más extensos y longevos del mundo.

Tabla de contenidos:

Datos

Fecha 221 a. C. – 1912.
Ubicación Asia Oriental.
Capitales Pekín, Nankín, Luoyang, Chang’an, Kaifeng y Hangzhou.
Idiomas Chino mandarín, manchú, mongol, tibetano, uigur.
Forma de gobierno Monarquía absoluta.
Religión Confucianismo, taoísmo, budismo.
Moneda Cash chino.

Introducción

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El Imperio chino fue un Estado imperial de Asia Oriental que existió entre los años 221 a. C. y 1912 d. C. Durante esta larga etapa, China estuvo unificada bajo la autoridad de un emperador.

La historia del Imperio chino comprende unos 2 mil años de historia, desde la unificación política por obra de la dinastía Qin hasta la caída de la dinastía Qing, con interrupciones debido a guerras civiles, invasiones extranjeras o fragmentación en varios Estados.

El Imperio chino fue la expresión política de una civilización milenaria, cuyas principales creaciones fueron la brújula, el papel, la seda, la pólvora, las cometas, el abanico, la caligrafía y la acupuntura.

Ubicación

El corazón del Imperio chino estaba situado en las llanuras comprendidas entre los ríos Amarillo y Yangtsé, a orillas del mar de la China Oriental.

Este imperio alcanzó su máxima extensión territorial en 1765, bajo el gobierno de la dinastía Qing. En ese entonces abarcaba los actuales territorios de China, Taiwán y Mongolia.

Máxima extensión territorial alcanzada por el Imperio chino en 1765, durante el gobierno de la dinastía Qing.

Máxima extensión territorial alcanzada por el Imperio chino en 1765, durante el gobierno de la dinastía Qing.

Características

Las principales características del Imperio chino fueron las siguientes:

Vista panorámica de la Gran Muralla China en 1907. En tiempos de Qin Shi Huang estaba construida con muros de tierra, durante los siglos siguientes los muros fueron reemplazos por piedras.

Vista panorámica de la Gran Muralla China en 1907. En tiempos de Qin Shi Huang estaba construida con muros de tierra, durante los siglos siguientes los muros fueron reemplazos por piedras.

  • Su primer emperador fue Qin Shi Huang, fundador de la dinastía. En el 221 a. C. este logró someter al último de los reinos rivales y unificar el país bajo su autoridad.
  • Atravesó 3 grandes etapas de centralización del poder, que los historiadores denominan Imperio temprano (221 a. C.-220 d. C.), Imperio medio (589-1279) e Imperio tardío (1368-1912). Entre la primera y la segunda etapa tuvo lugar un período de fragmentación del poder político, durante el cual convivieron varias dinastías. Entre la segunda y la tercera etapa de centralización, China fue conquistada por los mongoles.
  • El Imperio chino estaba habitado por distintos pueblos, entre ellos chinos, manchúes, mongoles, tibetanos, uigures, etc.
  • Su idioma principal era el chino mandarín, que estaba reservado para funcionarios, eruditos e intelectuales. La gran mayoría de la población era analfabeta.
  • Tenía una administración centralizada y jerarquizada. Por otro lado, acuñaba moneda y contaba con un sistema de escritura basado en ideogramas.
  • Estaba dividido en provincias, gobernaciones militares y protectorados.
  • Tuvo varias capitales, entre ellas Pekín, Nankín, Luoyang, Hangzhou Chang’an y Kaifeng.
  • Su moneda era el cash, de tipo circular y con un agujero cuadrado en el centro. Este agujero permitía que las monedas, unidas mediante un cordel, crearan denominaciones más altas.
  • Estaba protegido por una extensa línea de fortificaciones conocida como Gran Muralla China, que se construyó para frenar los ataques de los pueblos nómades que provenían de las estepas del norte.

Organización política y social

Organización política

El emperador Qianlong (1735-1796) montado a caballo con una armadura ceremonial. Pintura del misionero jesuita italiano Giuseppe Castiglione (1688-1766). El reinado de Qianlong es considerado como una edad de oro de la civilización china y marcó el auge del imperio y de la dinastía Qing.

El emperador Qianlong (1735-1796) montado a caballo con una armadura ceremonial. Pintura del misionero jesuita italiano Giuseppe Castiglione (1688-1766).

El Imperio chino tenía un gobierno centralizado bajo el sistema de una monarquía absoluta concentrada en la figura del emperador.

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En un principio los funcionarios eran elegidos por el emperador en base a criterios aristocráticos; sin embargo, a partir del siglo VII se introdujo el sistema de examen imperial chino, que consistía en una serie de pruebas que servían para seleccionar a los funcionarios en base a sus conocimientos y habilidades.

Siguiendo el sistema patriarcal de la China antigua, únicamente se admitían varones.

Estos funcionarios se encargaban de recaudar impuestos y tributos, reclutar soldados, mantener abastecidas las postas para los mensajeros imperiales, llevar un registro de las actividades oficiales y entablar relaciones con los gobiernos vecinos.

Dinastías

El Imperio chino fue gobernado por 9 dinastías, formadas por series de emperadores emparentados entre sí:

Dinastía Fechas
Qin 221 – 206 a. C.
Han 206 a. C. – 220 d. C.
Jin 265 – 420
Sui 581 – 618
Tang 618 – 907
Song 960 – 1279
Yuan 1279 – 1368
Ming 1368 – 1644
Qing 1644 – 1912

Organización social

La sociedad china estaba conformada por nobles, funcionarios imperiales, comerciantes, artesanos, campesinos y esclavos. Ser funcionario confería muchos privilegios, por lo que los hijos de las familias nobles se esforzaban por ingresar al servicio del palacio imperial.

Las familias eran patrilineales. El padre era el jefe supremo de la casa y concertaba el matrimonio de sus hijos, integrándose las mujeres al clan de su esposo. Tener hijos era considerado más importante que tener hijas, ya que los varones eran quienes presidían el culto a los antepasados.

Economía

Las bases de la economía del Imperio chino eran la metalurgia del hierro, la ganadería, la agricultura y el comercio.

Los principales cultivos eran el arroz y el té. En un principio estos productos se produjeron para el consumo interno, pero más tarde comenzaron a ser exportados hacia otras regiones asiáticas.

La principal vía comercial fue la Ruta de la Seda, por la que viajaban comerciantes persas, árabes, indios y europeos.

Los chinos también se destacaron en la producción de vajilla de porcelana y prendas de seda, a partir de la cría de gusanos de seda.

Creencias religiosas y filosóficas

Las creencias religiosas más antiguas estaban asociadas a rituales que propiciaban la fertilidad de los campos y que veneraban a los antepasados.

A partir del siglo V a. C. comenzaron a expandirse el confucianismo y el taoísmo, sistemas filosóficos-morales que se conformaron sobre la base de una religiosidad asociada a manifestaciones politeístas.

El creador del confucianismo fue Confucio (551-479 a. C.), quien difundió una ética basada en la equidad, la tolerancia, el altruismo, el respeto a los mayores y la fidelidad a la tradición nacional.

El fundador del taoísmo fue Lao-Tsé, el cual sostenía que la vida contemplativa y la supresión de las ambiciones ayudaban a prolongar la vida y no perturbaban la acción del tao, un principio creador y ordenador del mundo.

Ambas doctrinas convivieron hasta que el confucianismo fue adoptado como ideología oficial del Estado chino en el siglo II a. C.

Finalmente, partir del siglo I d. C. hizo su irrupción el budismo, que poco a poco fue ganando adeptos en amplias capas de la sociedad y que fue patrocinado por varios emperadores.

Caída del Imperio chino

Batalla naval entre juncos de guerra chinos y buques a vapor británicos, durante la primera guerra del Opio. Pintura del artista británico Edward Duncan (1843).

Batalla naval entre juncos de guerra chinos y buques a vapor británicos, durante la primera guerra del Opio. Pintura del artista británico Edward Duncan (1843).

La decadencia del Imperio chino se inició a mediados del siglo XIX, debido a disputas comerciales con Gran Bretaña. Estos conflictos dieron lugar a las Guerras del Opio (primera guerra del Opio 1839-42 y la segunda guerra del Opio 1856-60), que concluyeron con la firma de tratados por los que Gran Bretaña consiguió la soberanía sobre Hong Kong, además de derechos comerciales y de navegación por los ríos chinos.

A fines del siglo XIX tuvo lugar la primera guerra sino-japonesa. La derrota frente a Japón, en 1895, provocó el desprestigio de la dinastía Qing y el surgimiento de movimientos revolucionarios que exigían la abolición de la monarquía.

Esta abolición se concretó el 12 de febrero de 1912, con la abdicación de Puyi, el último emperador chino. A partir de entonces, China se transformó en una república.

Bibliografía:
  • Ceinos, Pedro. Historia breve de China. Madrid, Silex ediciones. 2006.
  • Gernet, Jacques. El mundo chino. Barcelona, Crítica. 2007.
  • Lovell, Julia. La Gran Muralla: China contra el mundo (1000 a. C.- 2000 d. C.). Barcelona, Debate. 2007.

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Acerca del autor:

Profesor en Enseñanza Media y Superior en Historia (Universidad de Buenos Aires). Autor, editor y coordinador de contenidos editoriales.

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Marcelo Néstor Musa (2021). Imperio chino. Recuperado de Enciclopedia Iberoamericana (https://enciclopediaiberoamericana.com/imperio-chino/). Última edición: febrero 2021. Consultado el 11 de diciembre de 2024.
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