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Paola Maurizio (2022). Apolo. Recuperado de Enciclopedia Iberoamericana (https://enciclopediaiberoamericana.com/apolo/). Última edición: abril 2024. Consultado el 11 de diciembre de 2024.
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Apolo

Uno de los dioses más importantes de la mitología de la Antigua Grecia.

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¿Quién es Apolo?

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Apolo es uno de los dioses más importantes de la mitología de la Antigua Grecia. De acuerdo con la narración mitológica era hijo de Zeus y Leto y tenía una hermana melliza, Artemisa, diosa casta de la caza. Pertenecía por lo tanto a la segunda generación de dioses griegos y era uno de los 12 que habitaban el monte Olimpo.

Era el dios de la música, la poesía y la adivinación por lo que se lo consideraba un protector de las artes. También encarnaba la moderación, la armonía y el equilibrio ya que castigaba la soberbia y la desmesura en las acciones. Algunos mitos asocian al dios Apolo con el sol, pero existían otras divinidades solares en la mitología griega. Es probable que, en algún momento, la religión griega haya fusionado al dios Apolo con Helios, el antiguo dios del Sol.

Escultura conocida como Apolo de Mantua, copia romana de un original griego, probablemente del escultor Policleto.

Escultura conocida como Apolo de Mantua, copia romana de un original griego, probablemente del escultor Policleto.

Se atribuía a Apolo gran hermosura. Era alto, atlético y de largos cabellos negros. Sin embargo, su belleza no impidió que en ocasiones sus deseos amorosos fueran rechazados por ninfas y mortales. Tuvo numerosos amores y procreó hijos mortales, semidioses y dioses. También tuvo relaciones con jóvenes varones. Como sucede con la mayoría de los dioses griegos, casi todos sus amores tuvieron destinos desgraciados.

En el siglo V a. C., Apolo fue incluido en la religión romana, en la que se lo asimiló al dios romano Febo, aunque también se lo veneró con su forma griega, especialmente a partir del período imperial. Esto se debió a que Apolo fue el protector personal de Augusto, el primer emperador del Imperio romano.

Características

Algunas de las características de Apolo según las narraciones míticas son las siguientes:

  • Era un dios pastoral, asociado a la naturaleza, los bosques y el ganado. Tenía una gran manada de bueyes que, según algunas tradiciones el dios Hermes le robó. Según estas narraciones, Hermes había inventado la lira y al escuchar su sonido, Apolo le perdonó el robo y le regaló sus bueyes a cambio de este instrumento.
  • Durante el invierno vivía en la tierra de los hiperbóreos, un lugar mítico considerado el confín norte de la tierra, donde el cielo era siempre azul y el aire, puro. Allí, sus habitantes le rendían culto de forma permanente. Cuando comenzaba el verano descendía hasta Delfos donde estaba su principal santuario. Tenía otra residencia en el Parnaso, lugar de la creación artística, donde vivían las Musas.
  • En Delfos, existía un oráculo desde tiempos anteriores a Apolo. A partir de la llegada del dios, este tomó posesión del Santuario del oráculo, donde una pitonisa sentada en un trípode recibía y transmitía las predicciones, y se convirtió en su protector.
  • Se lo relacionaba con la salud y la medicina. Sus flechas podían tanto ocasionar pestes como sanarlas. Fue padre de Asclepio, el dios de la medicina.
  • Si bien era un dios pacífico, protagonizó hechos violentos:
    • Participó de la Gigantomaquia, la guerra de los dioses contra los gigantes.
    • Intervino en la guerra de Troya en favor de los troyanos.
    • Mató a los cíclopes, que forjaban el rayo de Zeus, en venganza por la muerte de su hijo Asclepio.
  • En dos ocasiones el dios Zeus lo castigó por sus acciones obligándolo a trabajar para mortales como esclavo.

Origen y surgimiento

Las narraciones míticas del nacimiento de Apolo mencionan que nació de los amores de Zeus y Leto. Ambos dioses eran hijos de Titanes por lo que pertenecían a la primera generación de dioses olímpicos. Según el mito, Leto recorrió la tierra entera buscando un lugar donde parir a sus hijos porque nadie le daba refugio a causa del temor a la ira de Hera, la esposa de Zeus.

Finalmente, una isla llamada Ortigia o Asteria, la más pequeña de las del archipiélago de las Cícladas, la aceptó, pero la diosa todavía no podía dar a luz porque Hera retenía en el Olimpo a Ilitía, la diosa de los partos. Después de nueve días, la esposa de Zeus permitió a Ilitia que la asistiera y así pudieron nacer, primero Artemisa y luego, Apolo.

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En agradecimiento a la isla que había dado refugio a su madre, Apolo la llamó Delos, que significa “la brillante”.

Zeus envió a su hijo, entre otros regalos, un carro tirado por cisnes para que se transportara. Y aunque debía dirigirse a Delfos, los cisnes lo llevaron a la tierra de los hiperbóreos donde permaneció un año. Desde ese momento, ese lugar se convirtió en una de sus residencias.

Elementos y animales asociados

Apolo tenía numerosos elementos y animales asociados, entre ellos se pueden mencionar la mitra de oro, el trípode y la lira. También la planta de laurel, cuyas ramas el dios usaba como corona.

Los animales consagrados al dios eran el lobo, la cierva, el delfín, el cisne, el buitre y el cuervo.

Apolo en la mitología

Apolo fue protagonista de un gran número de mitos, algunos de ellos se relacionan con el movimiento de los astros, en su condición de conductor del carro solar. Otros se refieren a metamorfosis y explican el origen de plantas y animales. Entre estos últimos se pueden mencionar los siguientes:

  • Enamorado de la ninfa Dafne, que no le correspondía, la persiguió por los bosques hasta que ella, sintiéndose atrapada le pidió a su padre, el dios-río Peneo, que la ayudara a escapar del dios. Peneo entonces la transformó en el árbol de laurel. En su memoria, Apolo comenzó a usar una corona de hojas de este árbol.
  • Jacinto, un joven amado por Apolo, murió en un accidente provocado por el viento Céfiro que también lo amaba y estaba celoso. Para que su alma no fuera reclamada por Hades, el dios lo trasformó en la planta que lleva ese nombre.

Apolo en el arte

Apolo y Dafne, 1622, escultura del artista barroco Giovanni Bernini.

Apolo y Dafne, 1622, escultura del artista barroco Giovanni Bernini.

Apolo es una figura muy representada en el arte occidental, no solo en el arte griego sino también durante períodos que apreciaron los valores del clasicismo, por ejemplo, durante el Renacimiento por sus características de armonía y equilibrio.

Los personajes mitológicos fueron durante mucho tiempo una excusa para representar desnudos tanto masculinos como femeninos sin ofender el pudor de la época. La figura de Apolo fue una excusa para exhibir cuerpos masculinos con características de belleza clásica.

Lugares de culto

Los lugares de culto a Apolo más importantes del mundo griego fueron Delfos, donde estaba el oráculo más visitado, y la isla de Delos, Mar Egeo que era su lugar de nacimiento.

Existían santuarios en toda Grecia, en Asia Menor y en las ciudades de la Magna Grecia (Italia).

Bibliografía:
  • Grimal, Pierre. Diccionario de mitología griega y romana. Buenos Aires, Paidós, 1981.
  • Lambré, Tomás (coord.). Mitología. Buenos Aires, Del Nuevo Extremo/RBA España, 2006.
  • Piquero Rodriguez, Juan. “Los hiperbóreos: mito y religión”. En: Cuadernos de Filología Clásica. Estudios griegos e indoeuropeos, vol. 22 (2012). Universidad Complutense de Madrid. Disponible en línea: https://revistas.ucm.es/index.php/CFCG/article/view/39065

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Acerca del autor:

Licenciada en Gestión e Historia de las Artes, Editora. Autora y editora de contenidos educativos y de divulgación.

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Paola Maurizio (2022). Apolo. Recuperado de Enciclopedia Iberoamericana (https://enciclopediaiberoamericana.com/apolo/). Última edición: abril 2024. Consultado el 11 de diciembre de 2024.
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