Prusia

¿Qué fue?

Prusia fue un Estado del mar Báltico, situado entre Pomerania, Polonia y Lituania, que existió entre 1701 y 1871, cuando pasó a formar parte del Imperio alemán.

Sus orígenes se remontan al Ducado de Prusia, constituido en 1515 con territorios que pertenecían a la Orden Teutónica.

Luego de su constitución como reino independiente fue extendiendo poco a poco su territorio hasta transformarse en una de las principales potencias europeas del siglo XVIII.

A principios del siglo XIX integró varias coaliciones militares para impedir la expansión hacia el este del Imperio napoleónico.

A partir de 1815 pasó a formar parte de la Confederación Germánica, en la que compitió por el liderazgo con Austria. Luego de derrotar a su rival, en 1866, encabezó la Confederación Alemana del Norte, que fue el antecedente inmediato del Imperio alemán, constituido en 1871, cuando su rey, Guillermo I, aceptó el título de emperador.

El reino de Prusia en 1871, al integrarse al Imperio alemán.

Formó parte del imperio regido por la dinastía de los Hohenzollern hasta 1918 cuando, luego de la Primera Guerra Mundial, se transformó en el Estado Libre de Prusia, que integró la República de Weimar. Mantuvo ese estatus hasta 1932, cuando su autonomía fue suprimida por el régimen nacionalsocialista encabezado por Adolf Hitler.

Luego de la finalización de la Segunda Guerra Mundial, el Consejo de Control Aliado decidió la disolución jurídica del Estado de Prusia y el reparto de su territorio entre otros Estados alemanes.

Orígenes

El nombre “Prusia” tiene su origen en los prusios, un pueblo eslavo que vivía a orillas del mar Báltico y practicaba la pesca, el pastoreo y la agricultura.

En el siglo XIII, los prusios fueron sometidos por los caballeros de la Orden Teutónica que, en el contexto de la expansión alemana hacia el este, impulsaron su cristianización con la bendición del Papado.

En 1525 los territorios dominados por la Orden Teutónica se transformaron en el Ducado laico de Prusia, que era nominalmente vasallo del rey de Polonia.

A partir de 1618 el Ducado de Prusia pasó a manos de la Casa de Hohenzollern, que ya gobernaba el Margraviato de Brandeburgo, que formaba parte del Sacro Imperio Romano Germánico.

Los Hohenzollern lograron extender sus territorios tras la firma de la Paz de Westfalia, que en 1648 puso fin a la guerra de los 30 años.

Durante esa época Prusia y Brandeburgo fueron gobernados por Federico Guillermo (1640-1688), que logró que Polonia reconociera su soberanía sobre todos sus dominios. También implementó una serie reformas que le permitieron crear un ejército permanente, establecer una administración centralizada, poblar el territorio con hugonotes expulsados por Luis XIV y botar una flota que participó del comercio de esclavos.

Coronación de Federico I como primer rey de Prusia, en Königsberg, en 1701.

Gracias a su obra, su hijo el duque Federico III pudo aspirar a elevar sus dominios a la categoría de reino. Pero como no había corona dentro del Sacro Imperio, excepto la del emperador, buscó la dignidad real para el Ducado de Prusia, que se encontraba fuera de los límites imperiales. Con el acuerdo del emperador Leopoldo I, el 18 de enero de 1701 se hizo coronar en Königsberg y se convirtió en Federico I (1701-1713), «primer rey en Prusia».

El estatus de reino alcanzado por Prusia fue confirmado por el Tratado de Utrecht, que en 1713 puso fin a la guerra de Sucesión española.

Características

Escudo del reino de Prusia

Las principales características del reino de Prusia fueron las siguientes:

• Estaba regido por los Hohenzollern, que eran a la vez reyes de Prusia y margraves de Brandeburgo. Éste último era uno de los siete grandes electores del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.
• Estaba constituido inicialmente por dos grandes bloques territoriales separados entre sí. Un bloque estaba situado en el oeste de Alemania y el otro en el este, a orillas del Báltico. Los Hohenzollern se propusieron darle continuidad territorial a sus dominios.
• El epicentro del reino fue la ciudad de Berlín y la residencia de verano, la ciudad de Potsdam. Sin embargo, todas las coronaciones reales tuvieron lugar en Königsberg, la actual Kaliningrado.
• La forma de gobierno fue la monarquía absoluta, en la que el rey concentraba todos los poderes del Estado. Durante el reinado de Federico II el Grande (1740-1786), se implementaron algunas reformas, inspiradas en las ideas de la Ilustración, entre ellas la abolición de la tortura, la reducción de la censura y la libertad de culto. Por esa razón, los historiadores consideran a este monarca como uno de los principales exponentes del despotismo ilustrado.
• A partir de 1847 contó con un Parlamento que era convocado por el rey para aprobar el presupuesto estatal. En 1848 el Parlamento aprobó la primera constitución que tuvo el reino.
• El idioma oficial era el alemán, que era hablado por la mayor parte de la población.
• Una de las principales universidades del reino era la de Berlín, creada en 1809.
• Uno de sus intelectuales más prominentes fue el filósofo Immanuel Kant, que nació y murió en Königsberg.
• Contaba con un ejército permanente, constituido en torno a la llamada Guardia de Postsdam, creada por el gran elector Federico Guillermo I en 1643. Desde 1813 el ejército se vio reforzado por reclutas aportados por el recién instaurado servicio militar obligatorio.
• Participó en las grandes guerras europeas del siglo XVIII, entre ellas las guerras de Silesia (1740-1763), en la que luchó contra Austria; y la guerra de los 7 Años (1756–1763), en la que fue aliada de Gran Bretaña. Al término de esta guerra, Prusia se había convertido en la quinta gran potencia del continente.
• Tomó parte de las tres particiones de Polonia (1772-1795), que permitieron unir Pomerania y Prusia Oriental, que dejaron de estar separadas por territorio extranjero.
• Luego del Congreso de Viena pasó a formar parte de la Confederación Germánica, en la que compitió con Austria por liderar el proceso de unificación alemana.
• Tenía dos símbolos nacionales: el escudo y la bandera, que presentaban ambos un águila negra sobre un fondo blanco, que era el color de la túnica de los caballeros de la Orden Teutónica. Desde 1830 Prusia contó con un himno oficial conocido como “Canción de Prusia”.
• Otro de sus símbolos era la Cruz de Hierro, una condecoración militar creada por Federico Guillermo III (1797-1840) y concedida por primera vez durante las guerras napoleónicas.

Desaparición de Prusia del mapa europeo

En 1947, los Aliados, que ocupaban Alemania tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, establecieron la disolución de Prusia como unidad político-administrativa.

El territorio prusiano que pasó a formar parte de Alemania Oriental fue dividido en Brandeburgo, Sajonia-Anhalt y Mecklemburgo-Pomerania Occidental.

En Alemania Occidental, británicos, estadounidenses y franceses acordaron que los territorios occidentales de Prusia pasaran a formar parte de los Estados de Renania del Norte-Westfalia, Hesse, Baja Sajonia, Renania-Palatinado, Schleswig-Holstein y Baden-Wurtemberg.