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Jessica Noemí Solano (2021). Ecosistema. Recuperado de Enciclopedia Iberoamericana (https://enciclopediaiberoamericana.com/ecosistema/). Última edición: abril 2024. Consultado el 02 de mayo de 2024.
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Contenidos

Ecosistema

Nivel de organización biológico y ecológico constituido por todos los organismos que habitan un área determinada y ambiente físico.

Tabla de contenidos:

Definición

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Un ecosistema es un nivel de organización biológico y ecológico constituido por todos los organismos que habitan en un área determinada y ambiente físico. Este nivel también comprende las interacciones que ocurren entre los seres vivos, entre ellos y el ambiente.

Como todo nivel de organización, el ecosistema tiene propiedades emergentes como el ciclo de la materia, el flujo de energía, la tasa de descomposición, la productividad primaria y la biomasa, entre otras.

Para estudiar un ecosistema es necesario definir sus límites, que se corresponden con los de la comunidad biológica. En algunos casos esto es sencillo, debido a que la comunidad está confinada a un ambiente muy particular, como ocurre con la vegetación de las dunas costeras. Pero en muchos otros casos, los límites entre dos ecosistemas son difusos.

La zona de transición entre dos ecosistemas es conocida como ecotono, y tiene características de ambos. Por lo general son regiones de mucha riqueza biológica ya que allí habitan tanto organismos de cada ecosistema como organismos que pueden ser únicos de la zona de transición.

Componentes

Un ecosistema está formado por el biotopo y la biocenosis:

  • Biotopo: es la parte abiótica de un ecosistema, es decir, la materia inerte del ambiente con la que interactúan los seres vivos. El agua, el aire y el suelo son ejemplos.
  • Biocenosis: es la parte biótica de un ecosistema, formada por los seres vivos que conviven en un determinado ambiente e interactúan entre sí por medio de relaciones tróficas, de cooperación, de competencia, de mutualismo o de comensalismo. También se la conoce con el nombre de comunidad biológica.

Ambos componentes están ligados entre sí por el flujo de la energía y el ciclo de la materia. Toda la energía que ingresa a un ecosistema proviene del Sol y es absorbida por los organismos productores (principalmente algas y plantas). A través de la fotosíntesis, estos organismos convierten la energía lumínica en energía química almacenada en los enlaces de la glucosa.

Cuando un herbívoro se alimenta, consume esta energía: una parte la almacena, una parte la utiliza y otra parte se pierde. Lo mismo sucede cuando un carnívoro se alimenta del herbívoro. De esta manera, la energía fluye de un nivel a otro a través de las relaciones tróficas que se dan en un ecosistema.

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Algo parecido ocurre con la materia. Los organismos productores sintetizan materia orgánica a partir de componentes inorgánicos como el agua y el dióxido de carbono (junto con la energía lumínica). Esta materia pasa de un nivel a otro a través de las relaciones tróficas pero, a diferencia de la energía, el movimiento no es unidireccional. Diversos organismos se encargan de descomponer restos de materia orgánica (como heces, pieles, frutos y hojas) y, en este proceso, transforman moléculas complejas en sustancias sencillas que sirven de materia prima para los productores. Es por ello que en los ecosistemas la materia se recicla.

Tipos

Existen muchos tipos de ecosistemas y de diversos tamaños: desde el ecosistema que se forma en un charco hasta un bosque templado que abarca grandes extensiones. Sin embargo, todos los ecosistemas se pueden agrupar en 3 categorías según su ubicación: ecosistemas acuáticos, ecosistemas terrestres y ecosistemas de transición.

Ecosistemas acuáticos

Los ecosistemas acuáticos son aquellos formados por cuerpos de agua salada o dulce. Los ecosistemas marinos comprenden los océanos y mares, y están determinados por las corrientes marinas, la temperatura del agua, la concentración de sales y la penetración de la luz solar, entre otras propiedades.

Los ecosistemas de agua dulce pueden ser lénticos si sus aguas están mayormente quietas, como ocurre en lagos y lagunas; o lóticos si sus aguas se mueven principalmente en una dirección, como sucede en ríos y arroyos. Estos ecosistemas pueden caracterizarse por la temperatura de sus aguas, la turbidez, el grado de eutrofización y la profundidad, entre otras propiedades.

En estos ecosistemas suelen reconocerse 3 zonas:

  • Zona litoral: cercana a la costa, tiene poca profundidad y recibe mucha luz. Generalmente, sus aguas son más cálidas que las del resto de las zonas y poseen una gran riqueza biológica.
  • Zona pelágica (o limnética, en el caso de ambientes de agua dulce): está alejada de la costa y puede diferenciarse en una región fótica, que recibe luz del Sol y por lo tanto tiene abundancia de algas y peces, y una afótica, donde no llega la luz solar.
  • Zona bentónica: está asociada con el fondo del cuerpo de agua donde no llega la luz (o es escasa), por lo que abundan los seres vivos que se alimentan de materia orgánica en descomposición.

Ecosistemas terrestres

Los ecosistemas terrestres son aquellos en los que predomina la tierra firme y pueden ser continentales o estar localizados en islas. Estos ecosistemas se caracterizan por una menor disponibilidad del agua respecto de los ecosistemas acuáticos, pero una mayor disponibilidad de oxígeno y dióxido de carbono. La luminosidad y la variación térmica también son mayores que en los ambientes acuáticos.

El relieve, la cercanía a un cuerpo de agua y el clima son factores que sirven para caracterizar los distintos ecosistemas terrestres. La vegetación que hay en un ecosistema está determinada por estos factores y, a su vez, la fauna está determinada por la flora.

Ecosistemas de transición

Los ecosistemas de transición, también llamados mixtos, son aquellos que se presentan entre un ecosistema terrestre y uno acuático (como pantanos, humedales y manglares), o entre un ecosistema de agua dulce y salada (como los estuarios).

Presentan una combinación de las características de ambos ambientes y, en general, tienen una gran diversidad biológica: los seres vivos que habitan allí tienen adaptaciones que les permiten vivir tanto en un ecosistema como en el otro.

Otro tipo de clasificación

Existe otro tipo de clasificación de los ecosistemas además de según su ubicación. Esta es:

Según su tamaño:

  • Macroecosistemas: aquellos que ocupan grandes extensiones, como el ecosistema marino o el ecosistema de la selva.
  • Microecosistemas: aquellos que ocupan espacios reducidos, como una gota de agua, un hormiguero o agua estancada.

Según su origen

  • Naturales: aquellos que se forman sin la intervención del ser humano.
  • Artificiales: aquellos construidos con la intervención del ser humano.
  • Antrópicos: ecosistemas naturales pero con intervención humana, por ejemplo una granja o una represa.

Ejemplos

Algunos ejemplos de ecosistemas son los siguientes:

Ecosistemas acuáticos Ecosistemas terrestres Ecosistemas de transición
Arrecife de coral Selva tropical Humedal
Fondo oceánico Bosque templado Estero
Zona abisal Tundra Manglar
Manantial Desierto Marisma
Laguna Sabana Zona costera
Arroyo Pastizal Estuario
Bibliografía:
  • Curtis, H. et al. Biología. (7a ed.) Buenos Aires: Editorial Médica Panamericana. 2008.
  • Hickman, C. P., Roberts, L. S. & Parson, A. Principios integrales de zoología. (10ª ed.) Madrid: McGraw-Hill / Interamericana de España. 2000.
  • Serrano, A. E. et al. Biología 4. Intercambios de materia y energía: de la célula al ecosistema. Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Estación Mandioca.
  • Biología: origen, diversidad y evolución de los sistemas biológicos. Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Editorial Kapelusz.

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Acerca del autor:

Licenciada en Ciencias Biológicas (Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Universidad de Buenos Aires). Editora y redactora de contenidos.

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Jessica Noemí Solano (2021). Ecosistema. Recuperado de Enciclopedia Iberoamericana (https://enciclopediaiberoamericana.com/ecosistema/). Última edición: abril 2024. Consultado el 02 de mayo de 2024.
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